Entrevista de Marylin Farroñay (Foto: José Rojas)
Entrevista de Marylin Farroñay (Foto: José Rojas)

Hace doce años se transmitió el último episodio de “Así es la vida”, en el que dio vida a la popular y querida “Jimenita”. En ese entonces, Connie alcanzó el pico más alto de popularidad. Sin embargo, la actriz confiesa que siempre mantuvo los pies sobre la tierra. “Siempre tuve en mente que la fama era muy efímera”, dice. Por ello, la actriz incursionó exitosamente en el mundo del teatro y de la radio. Connie Chaparro nos habla de como ha evolucionado en su carrera y de su regreso a los escenarios con el unipersonal “¡Soy intensa y qué!”.

Mucha gente te conoció con el papel de ‘Jimenita, ¿cómo tomaste desde un inicio la popularidad? La tomé con mucho agradecimiento. Yo decía, ‘esto es ahora porque me quieren. Se acaba la popularidad y me despiden’. Entonces, por más que se presentó la fama, nunca paré de estudiar, ni de pensar que esto iba a ser eterno.

¿Te costó desprenderte de ese papel? Sí. Muchos directores siempre me llamaban para cosas muy dulces, pero yo quería hacer otra cosa.

En realidad, Jimenita siempre me encantó, la llevo con mucho cariño hasta el día de hoy.

Hoy por hoy ¿cómo es realmente Connie Chaparro fuera de las pantallas?

Es una mujer apasionada. Intensa. Ya estoy en un momento de mi vida que vergüenza no tengo de nada. ¿Qué es lo peor que me puede pasar? Ya me ha pasado, en verdad, de todo. Vivo con alegría, esperando cada proyecto, grande chico o pequeño.

¿Cómo surgió el proyecto “¡Soy intensa y qué!” con Angie Palomino?

Con Angie tenemos una amistad de ocho años en la radio, del cual siempre hemos tenido mucha química. Creo que somos mujeres luchadoras, mujeres intensas, que siempre estamos detrás de sueños, y la comedia es una puerta poderosa para transmitir mensajes a las mujeres por medio de la risa.

Se piensa que ser intensa es un defecto ¿por qué lo consideras una virtud?

Muchas veces a las mujeres se nos ha juzgado por ser locas, por ser intensas, por ser dramáticas, por ser lloronas, por expresar nuestros sentimientos. Me parece que es algo que hay que aplaudirlo y sentirnos orgullosas.

¿También te consideras intensa?

Siempre fui intensa, en mi trabajo, en mis relaciones. He sido la intensa llorona. Gracias a esa intensidad vivo bien, vivo contenta. No me guardo las cosas y eso es parte de mi característica.

Tu esposo, Sergio Galliani, ¿también lo es?

Él es mi maestro, me ha enseñado a arriesgarme en la vida, a hacer todos mis proyectos, a creer en mí, a mandarme. Sergio siempre ha creído en mí y eso se lo agradezco muchísimo.

¿En qué proyectos te veremos más adelante?

En mayo retomare tablas con “Los marcianos llegaron ya”. También tengo proyectos personales de cine con Sergio, que se vienen con mucha ilusión.

Connie Chaparro: “La comedia es una puerta poderosa para transmitir mensajes”

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