La villana de “Luz de Luna” nos cuenta que es la primera vez que tiene un rol antagónico en un melodrama, sin duda, el mayor reto actoral que le ha tocado
La villana de “Luz de Luna” nos cuenta que es la primera vez que tiene un rol antagónico en un melodrama, sin duda, el mayor reto actoral que le ha tocado

Después de haberla visto en papeles con los que se ganó el cariño y el afecto del público telenovelero del país, la joven actriz Daniela Feijoó enfrenta un nuevo reto en su carerra actoral: interpretar a la villana Mabel de la telenovela  de América TV, “Luz de Luna”.

Es la primera vez que tienes un antagónico en un melodrama, ¿cómo ha reaccionado el público que no te ha visto en esta faceta?

Recibo muchos comentarios diciéndome que no están acostumbrados a verme en un papel de villana. Entonces como que tienen sentimientos encontrados, porque no quieren odiarme, pero a la vez estoy muy chinche en la novela.

¿Y es una buena señal?

A mí me gusta recibir ese tipo de comentarios que no había recibido antes, y también los acepto. Así que lo estoy disfrutando bastante. Me atrevo a decir que está siendo uno de los personajes más retadores que he tenido en televisión hasta el momento.

¿Evidentemente no hay nada en que puedas parecerte a Mabel?

La diferencia es enorme. Normalmente encuentro puntos en común conmigo y los personajes que hago, y por eso mismo Mabel está siendo todo un reto y me está poniendo a prueba con cada escena que hago.

La pandemia nos obligó a parar a todos, y muchos han retornado cambiados...

De cierta manera fue un pare que necesitaba, sentí que tenía que ponerle más atención a otros aspectos de mi vida. Fue un reencontrarme con mis papás y pasar muchísimo tiempo de calidad , porque -por el trabajo- solo los veía cuando me iba y cuando regresaba.

¿Y en el aspecto emocional?

Fue apoyarnos mucho porque tenemos un café que estuvo cerrado por muchos meses, y pensábamos que no iba a dar para más, pero el empuje que le dio cada uno y, sobre todo, estar juntos ayudó a que pudiéramos sobrellevar la situación, y ahorita ya estamos retomando las actividades.

¿Hay otro aspecto que quieras resaltar?

Yo estuve muy metida en los estudios y el trabajo, que eran mis prioridades, no salía con mis amigos, y como que no disfrutaba de mi juventud. Creo que la pandemia me llevó a reconectarme con ciertas amistades y a fortalecer esos vínculos.

Aunque por ahora no se puede hacer mucha vida social, tal como la conocíamos antes...

Definitivamente no, pero sí ponerle más atención a la amistad, con una llamada o un mensaje. Eso era algo que yo no hacía porque mi foco de atención estaba en otras cosas. Como todos, creo que he aprendido a valorar más ese aspecto de nuestras vidas. En eso he cambiado mucho, ahora aprecio bastante fortalecer los vínculos.

Y en ese proceso, como muchos actores, seguramente hiciste teatro por zoom…

Fue algo totalmente distinto, no sentía la energía del público, me quedé con esa sensación de no tener contacto físico con tu compañero de escena. Creo que es una de las cosas fundamentales para los que hacemos esto o los que nos dedicamos a las artes en general. Para probar, me gustó pero creo que no es lo mío.

Los más puristas dicen que, en efecto, aquello no es teatro propiamente dicho.

¡Exactamente! Yo tampoco pienso que sea teatro, no tiene esa esencia.  Creo que habrá que buscarle otro nombre. Estaba leyendo muchos informes de gente que está intentando ponerle un nombre a esa experiencia escénica, pero tampoco saben cómo llamarlo.

En algún momento le van a encontrar un nombre, pero creo que lo importante es que sirvió para acercar a muchas más personas al teatro...

Eso sí, hubo mucha gente que no había ido nunca a ver una obra de teatro y se estaban conectando en ese momento por primera vez. Si bien  es algo positivo también hay que hacer hincapié en que las personas que han tenido este primer acercamiento hacia una obra teatral, sepan que la experiencia en un teatro real es distinta.

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