El pastor alemán negro usado como la versión animal de Sirius Black en la tercera película de la saga no tiene hogar.

Berry tiene 10 años y fue el perro en el que se convertía Black, interpretado por Gary Oldman, en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban. De aspecto temible durante el film, en la vida real es un can simpático y amistoso.

Su dueño y entrenador, Paul Thompson, comunicó que no podrá cuidar más de él porque pasa la mayor parte de su tiempo fuera de su casa.

"Necesita más atención que la que le puedo dar. Fue una decisión difícil, pero tuve que aceptar que era lo mejor para Berry", expresó.

Si alguien quiere adoptarlo, sólo tiene que entrar a la oficial inglesa dedicada a las adopciones animales.