Los problemas entre las celebridades no son una realidad ajena, pues como seres humanos, están también expuestos a la influencia de hechos decisivos en sus vidas que de una u otra forma afectan su salud mental. En ese sentido, el caso de Megan Fox no es del todo extraño pese a la poca probabilidad de que este se dé en el mundo.
Megan Fox, que saltó a la fama en el 2009 con Transformers, reconoció ese mismo año que padecía de brotes de esquizofrenia.
"Definitivamente, sufro de algún tipo de enfermedad mental pero no he localizado cuál es", declaró Fox en el 2009 a la revista británica Wonderland. En esa oportunidad, la actriz señaló tener "alucinaciones auditivas, paranoias y disfunción social".
Fox, por otro lado, se manifestó también seguidora de la fallecida actriz Marilyn Monroe, a quien considera como un icono. “Leo cada libro que se ha escrito sobre ella. Yo puedo acabar como Marilyn porque constantemente lucho con la idea de que creo que soy retrasada y tengo esquizofrenia", señaló Fox en otra ocasión.
Además de histérica, neurótica, introvertida e insegura, como se calificó en una entrevista a Cosmopolitan, Fox señaló que está "tan mentalmente enferma que si pudiese explotar lo haría”. Entre otras opiniones, Fox señaló que “cuando legalicen los porros seré la primera en estar allí”, que “los hombres jóvenes son fáciles de manipular” y que le "divierte mucho tener sexo”.
