Laura Spoya "Le saqué canas a mi mamá, pero al nacer Emilia le pedí perdón"

Aquella jovencita con estilo desenfadado que solo ingresaba a los concursos de belleza con la intensión de ganar una camioneta se coronó, en el 2015, Miss Perú y, aunque muchos creían que las reinas de belleza no podían tener "barrio", Laura Spoya demostró todo lo contrario. Con su popular frase "Fina, pero con esquina", la también modelo dejó ver su lado más divertido a través de videos en los que parodia vivencias del día a día. Actualmente, se dedica al humor y, después de una pausa tras convertirse en madre, vuelve a los escenarios con su unipersonal "Laura: el regreso".

¿Cómo regresa Laura a los escenarios? 

Ahorita ya regresé a ser la que he sido siempre más un plus, porque después de tener a Emilia soy una mujer diferente: más madura y renovada, sin dejar mi lado cómico.

En este show resaltas que ser madre no significa olvidarse de ser mujer... 

Sí, la mayoría de mujeres piensa que por ser madre se les acaba la vida, y me lo comentan cuando ven que me doy una escapada con mi esposo; de inmediato, piensan que soy una mala madre, pero no es así. Tengo claro que nunca puedo dejar de ser mujer ni esposa. Muchas veces, cuando una mujer tiene un hijo, se olvida del esposo, y eso puede acabar con la relación.

Con la llegada de Emilia, ¿qué entiendes de tu mamá que quizás antes te costaba?

Todo (risas). Yo he sido una niña muy terrible y rebelde. Le saqué muchas canas verdes a mi mamá, pero al nacer Emilia le pedí perdón porque entendí que había dado todo de ella para cuidarme.

¿Cómo te interesaste por los certámenes de belleza?

Siempre me ha gustado ser libre, tomar "chelas", salir a callejear, divertirme. Creo que fue porque me gusta conocer países, culturas, y en el primer concurso de belleza que participé pude hacer todo eso.

¿Qué ha sido lo más complicado de esta etapa? 

Amarrarme la boca. A veces tenía tanta cólera que me arrancaba las pestañas y me encerraba en un cuarto para respirar y después seguir siendo hipócrita con los que hablaban mal de mí. Tenía que regirme a las normas de la organización y moderarme, pero fue difícil no cachetear a mucha gente.

Suelen pensar que una reina de belleza no tiene inseguridades.. ¿Es así? 

Los problemas internos van más allá del físico. A mí me dio depresión posparto: trataba muy mal a mi esposo y era muy crítica conmigo. Por seis meses no me sentía yo, me veía fea. Me costó retomar mi vida. Fue un trance muy difícil, similar al de mi adolescencia. Cuando falleció mi abuelo, no me sentía bonita ni inteligente.

¿Cómo te sientes ahora?

Recién he vuelto a ver la luz después de muchos meses de trauma.

Hace unos meses se cuestionó el ingreso de las personas transexuales a los concursos como el Miss Perú. ¿Qué opinas al respecto? 

Aunque por mucho tiempo pensé que era importante que las concursantes sean mujeres, creo que he cambiado mi mentalidad y pienso que se le tiene que dar oportunidades a todas las personas.