Mabela Martínez no oculta su entusiasmo cuando habla de la brasileña Maria Rita, tremenda voz con personalidad propia, hija de la mítica Elis Regina.
En realidad, Mabela se desborda cuando habla de música, aquella que le toca el corazón y quiere compartirla. Por eso, para festejar los 20 años de Sonidos del mundo, no tuvo mejor idea que presentar a Maria Rita este 27 de agosto y al reconocido músico Álex Acuña y Néstor Torres el 29 de este mes, ambos en el Gran Teatro Nacional. Todo un lujo.
¿Cómo eliges a los músicos o intérpretes que vas a presentar? ¿Gustos?
No analizo el mercado tanto. En realidad, si es que yo vibro con algún músico, pienso y sé qué muchos pueden vibrar también. En el caso de Maria Rita, el hecho de haberla difundido a lo largo de diez años me imagino que debe tener un público, que no será masivo, pero lo tiene.
Y ese criterio lo aplicaste cuando trajiste a Jorge Drexler, Kevin Johansen, Luis Salinas...
Sí, igualito, pero al comienzo la gente se demora en moverse porque como nuestros artistas no están en el circuito convencional de radio y televisión, nos cuesta mucho publicitarlos a nivel de medios abiertos. Pero hay formas de mover la música alternativa.
Eres una melómana incorregible, ¿cómo te animas a incursionar en organizar eventos?
Los primeros fueron muy pequeños, en el Cocodrilo Verde con Jean Pierre Magnet y luego con Pilar de la Hoz, más o menos en el año 2000.
Allí te picó el bichito...
Recuerdo que lo primero que hice fue ir donde mi amigo Jorge Ferrand y me senté en su oficina. Él agarró una hoja de papel y un lapicero y me escribió punto por punto todo lo que tenía que hacer, lo que yo ahora le pondría a algún amigo que quiere aventurarse en esto.
Y no es fácil...
Hago un paralelo con la época en la que era ejecutiva de ventas de una firma de computación. Yo no vendía una IBM, que era la computadora por excelencia, yo vendía Epson, totalmente alternativa. Siempre estuve en esa pista alterna, en la auxiliar, nunca estuve en la carretera; entonces, estoy acostumbrada a estar en nichos. A recibir muchos no, para luego recibir muchos sí; pero la recompensa es muy grande, es de mucha gratificación a nivel de sensaciones.
Vas a continuar apostando por grandes artistas...
Si después de esta experiencia tengo una buena respuesta del público y de los auspiciadores, seguiré. A veces el empresario termina sin ganar, va a riesgo pierde, pero quiero continuar con el apoyo de la gente, quiero que el público que acuda a los conciertos se tope con nombres de calidad, aunque para muchos sean desconocidos... Ese siempre será mi objetivo.