Su amor por la vida, su pasión por el teatro y esas ganas de seguir creciendo a sus 88 años, nos hacía pensar que Osvaldo Cattone era de esos seres inmortales e inacabables. Pero la realidad, cruel y dura, se encargaría de darnos la contra. Ayer, el actor que decidió darle al Perú sus mejores años se fue discretamente, en medio de una pandemia que nos aleja de las despedidas y los abrazos.
MIRA AQUÍ: Hasta siempre Osvaldo Cattone
Su compañera de toda la vida, su amiga fiel e inseparable, Regina Alcóver, se encargó de dar la noticia que entristeció a todo un país. “Hace muchos años, cuando entré a la radio, al poco tiempo murió mi mamá, yo quería llorar. Yo le prometí a Osvaldo que no lloraría si él se iba, pero son 50 años de amistad y no es sencillo. Cuando murió mi mamá, en el 2009, me lo dijeron cuando estaba trabajando en la radio y tuve que anunciarlo y dije: ‘Mi mamá diría el show debe continuar’. Pero esta vez es fuerte, igual porque se fue un hermano, un hermano de toda la vida”.
REACCIONES. Las lágrimas de Regina Alcóver, fueron el inicio de un gran llanto, que hermanó a todos los actores en una tristeza sin pausa. Totalmente abatidos por la partida, en la clínica donde el actor dejó de existir, quedaron su productora e hija del corazón Makhy Arana y su fiel amigo y compañero Chalo Gambino
Aunque no se detallaron las causas de su muerte, el mismo actor en su cuenta en Facebook, había contado el pasado mes de diciembre que había estado al borde de la muerte.
TESTIMONIO. “Estuve internado en la clinica San Pablo durante 8 días, porque todos mis valores se habían disparado por un cuadro de deshidratación, producido por una prostatitis aguda que casi termina con mi vida. Estuve en UCI y luego pasé a cuarto, donde entre a resonancias magnéticas a todos los órganos, y análisis continuos, observaron que mis riñones no funcionaban. Todo fue evolucionando positivamente y ya estoy en casa, con una enfermera que cuida mi alimentación y la toma de mis remedios. Pero fuera de peligro. Poco a poco recuperaré mi fortaleza y mi energía, para poder estar fuerte y sano y volver a mi pasión, el teatro. Quiero y debo vivir un poco más “.
Osvaldo Cattone, debido a la pandemia, se había quedado a puertas del estreno de “El rey se muere”, una obra que él consideraba iba a dar que hablar. La crisis sanitaria y el cierre de su teatro lo dejaron con esa materia pendiente, que él hasta el final pensaba que iba a llevar a cabo. Además lo contaba a sus seguidores durante la pandemia.
“Estoy estudiando la puesta en escena de ‘Nuestras mujeres’, la preciosa comedia francesa, que va después de ‘El rey se muere’. Falta mucho, pero no importa, si llego, estaré preparado, si no, no me daré cuenta. No quiero perder mi ilusión de volver al escenario, atento a mi ritmo interior. En algún momento se terminará esta locura que ha detenido al mundo. Cada uno, como individuos, debemos evitar entregarnos al terror. Yo la peleo, pensando que es mi enemiga y la tengo que vencer. Y la vamos a vencer. Entre todos, pero sobre todo, dentro de cada uno de nosotros”.
Ese fue Osvaldo Cattone, el hombre que miraba al futuro, a pesar de la tragedia, el ser humano sin poses y que vivió intensamente tal y como quiso. El Marsano enmudece, esa sala vacía está de duelo y mira impávida que el hombre que la hizo vivir intensamente, hoy cerró el telón para siempre.
Desde julio de 1976, su segunda casa fue el Marsano
TAMBIÉN MIRA: ‘Esto es Guerra’: conductores del reality se despiden de Osvaldo Cattone con emotivas palabras (VIDEO)
El argentino Osvaldo Cattone y el teatro Marsano protagonizaron un amor a primera vista que le permitió presentar en Lima, espectáculos memorables.
Fue en julio de 1976, que el actor y director argentino toma la administración del Teatro Marsano, montando la obra “Aleluya, Aleluya”.
A través de los años. Cattone dirigió obras de la categoría de “El hombre de la mancha”, “El diluvio que viene”, “Equus”, entre otros exitosos títulos. Con el transcurrir de los años, el Marsano se convertiría en más que un simple lugar de trabajo para Cattone, pues al haber dedicado buena parte de su vida a la sala, se convirtió prácticamente en el segundo hogar del actor, director, productor y empresario teatral.
En el año 2007, Cattone regresó a su natal Buenos Aires para dirigir una obra titulada “Afectos Compartidos”, pero al poco tiempo regresó al Perú, para seguir produciendo proyectos teatrales.
Cattone llegó en 1973 éxito de “Nino” lo trae al Perú y aquí se quedó
TE PUEDE INTERESAR: Regina Alcóver sobre fallecimiento de Osvaldo Cattone: “Me da mucha pena no haberte podido despedir”
En 1971, Osvaldo Cattone se une a un destacado elenco de actores argentinos y peruanos para formar parte de la telenovela “Nino, las cosas simples de la vida”. En la historia, grabada en Buenos Aires, el actor caracterizaba a Renato, un hombre adinerado que se casa con una mujer humilde, pero ambiciosa. La referida producción se convirtió en un boom de sintonía en América Latina y permitió que los integrantes del elenco lograran la categoría de ídolos, especialmente en el Perú .
Debido al suceso de “Nino”, Cattone es contratado por Panamericana Televisión para ser uno de los protagonistas de “Me llaman Gorrión” (1973) junto a Regina Alcóver y Daniel Lugo. La telenovela, que años después tuvo una versión con Marisol Aguirre y Christian Meier, fue el pretexto para que el actor argentino se quedara a vivir en el Perú al empezar a protagonizar exitosas temporadas teatrales. El resto, ya es historia conocida.