Pamela Rodríguez: El embarazo no siempre es una dulce espera"
Pamela Rodríguez: El embarazo no siempre es una dulce espera"

A solo le bastó dos semanas para decidir ser madre por segunda vez con el hombre que había conocido por Tinder Premium meses atrás. El hombre que alborotó su vida llegó a Lima desde La Coruña, España, para verla sin filtros ni aplicaciones de por medio y el clic fue contundente. "Lo principal para poder ser papá y mamá,ya sea al día siguiente o al mes, es querer y poder. No éramos solo dos personas que queríamos ser padres, nos gustábamos; tampoco estábamos poniendo el peso de nuestra relación de pareja para poder hacer legítimo el vínculo del hijo, sobre todo, queríamos y sabíamos que lo podíamos sacar adelante", dice la , que cuenta su experiencia en "Desmadre" (Planeta 124 páginas).

Muchos dirán: dos semanas es demasiado rápido para una decisión tan importante como embarazarse...

La pregunta que pongo sobre la mesa en el libro es: ¿cuándo es legítimo decir: quiero tener un hijo? Es un mandato social eso de tener al novio, enamorarte hasta la médula, que te pongan el anillo, la boda ya no ya y después, a lo dos años, vienen los hijos. Ya pues, mucho rollo.

En "Desmadre" también cuestionas el concepto de la maternidad y eso de la "dulce espera"...

La maternidad es un terreno que ha sido tapado con el pudor, con esa falsa idealización de una cultura que se ha construido alrededor de la mamá, con eso de la dulce espera, de la maternidad como realización de la vida. Estoy viendo la maternidad de una manera un poco diferente, eso también rompe con el pudor. Quería compartir otra mirada, más sincera, más real.

Esa mirada que hace que las mamás deben ser las superheroínas...

Yo, por ejemplo, pensaba que la maternidad me iba a otorgar esa entereza como mujer para criar, pero para mí fue un desmadre. Fue todo lo contrario. No me llené de respuestas, sino de muchas preguntas, de muchas angustias, de miedos, culpas. Y siento que, de alguna manera, esta construcción de la madre en el arquetipo cultural también nos ha quitado poder reconocernos como humanas.

¿Cómo llegas al libro y a escribir una historia a partir de tu propia experiencia?

A los siete meses de embarazo tuve contracciones prematuras y me mandaron a la cama a cuidarme, estuve mes y medio echada hasta dar a luz. En ese momento dije: "Esta espera no tiene nada de dulce" y empecé a escribir pequeños textos en Instagram para compartir mi proceso. Fue increíble las miles de personas que le daban "retuit", me escribían mujeres y sobre todo hombres. A raíz de estos textos, Ana Soler, que es una agente literaria en Barcelona, me buscó para hacer este libro y luego nos acoplamos al equipo de Planeta.

¿Fue un proceso que te costó?

A mí me pareció una burrada empezar a escribir hablando de la maternidad, que es el territorio más juzgado por todo el mundo. Empecé los primeros manuscritos muy protegida. Me di cuenta de que no se trataba de ir a cuestionar absolutamente todo, sino a poner en palabras esos espacios en los que las mamás estamos llenas de culpa e inseguridades, de un amor desbordado que a la vez que nos invita a preguntarnos todo nos obliga a ser mejores.

Fue una catarsis...

Y en el libro se siente eso, yo no he parado de llorar de principio a fin. Ha sido muy terapéutico, porque nunca me había cuestionado a Pamela como mamá y lo hice.

Perfil

Pamela RodrÍguez, compositora

Nació en Lima el 12 de mayo de 1983. “Perú Blue”, su primer disco, fue lanzado en 2005, una propuesta de música peruana con fusión. Por ese disco fue nominada al Grammy Latino en 2006, como Mejor Nuevo Artista.