“Soy una de las últimas hijas en mi familia. Nunca tuve un hermano menor a quien cuidar; por eso, cuando nació Damaris, la recibí con todo el amor de una mamá joven y también la veía como esa hermanita que siempre quise. A mis 18, desde el primer día, busqué darle a ella lo que a mí me negaban; fue así que, en su cumpleaños número siete, le regalé un charanguito, un instrumento que siempre quise que mis papás me hubieran obsequiado. Ella lo miró con alegría y con su carita supe que le había gustado; ‘qué bonito suena’, me dijo. Lo juro que si le regalé el charango no fue pensando en que mi hija iba ser artista, sino que soñaba realizarme a través de ella...”.Saywa no escatima elogios para su primogénita Damaris, ni disimula su orgullo ni menos el amor de madre. Ambas caminan la misma senda de la música, con ropajes distintos; pero con el mismo sentimiento y pasión hacia lo nuestro.
HABLA LA HIJA
“Mi mamá me tuvo muy joven y cuando eso sucede se gesta una relación distinta, más cercana. Tener a mi mamá -que además es mi ídolo- sentada conmigo cantando y enseñándome es una experiencia única. A ella le hubiera gustado estudiar música; por eso, cuando yo lo decidí, me dio ánimos. Siempre se emociona cuando compongo y recuerdo que se puso a llorar cuando mi primera canción se la dediqué. Siempre ha estado muy feliz de que me encuentre cerca del arte”, afirma Damaris.“Uniendo generaciones” se llama el gran concierto que ofrecerán ambas este 19 de noviembre en el anfiteatro del Parque de la Exposición, junto a invitados como Yawar, Los Gaitán Castro, Raíces de Jauja, entre otras figuras del folclore andino. Esta cita musical las tiene muy entusiasmadas: a Damaris para seguir explorando y proponiendo a partir de nuestras raíces y a Saywa con la tradición como bandera.
“No voy a pretender que mi hija siga mi propia historia. Yo empecé a cantar en el campo porque quería expresar mis sentimientos, mis penas, mis alegrías; después, estudié canto. Con Damaris, fue distinto: después de aprender charango, luego siguió con la guitarra y el piano; tomó clases de canto muy pequeñita y eso fue la clave para saber cómo se coloca la voz que a mí me costó años aprender. Tenemos historias de vida diferentes. Ella empezó escribiendo baladas y respeté su decisión; nunca la obligué a que siguiera la música andina”. Fue así como Damaris, sin presión alguna, empezó a forjar una propuesta suya, auténtica, que a veces los tradicionalistas miran de reojo y critican sin reparo alguno.
“Si eso sucede, no me lo tomo a pecho, no me siento afectada; porque hay expresiones que no tienen mucho sustento. Yo tengo mucho respeto a lo tradicional, lo conozco. Hay algunas bandas indies o con elementos folk que creen que están fusionando con una rasgueada tipo huayno; pero eso no es. Acabo de grabar una tunantada con el vocalista de Raíces de Jauja y antes de hacerlo me puse a escuchar mucha música del centro; tengo que hacer eso, porque yo compuse una canción en el género y ese es el camino que se debe hacer. Si vas a hacer folclore tradicional, hazlo; pero respeta. Yo hago mis propias canciones con muchos elementos del folclore que conozco, pero a mi manera”.
Madre e hija, cantautoras, mujeres fuertes, unidas, independientes. Victoria Porras y Damaris Mallma, listas para unirse en el escenario; pero también cada una en su espacio.
Saywa, ¿cómo se puede reconocer que un hijo tiene verdadero talento para la música? A veces los padres nos engañamos; no dejamos a los hijos dar el paso que quieren dar. Hay que tener la sabiduría como padre para poder captar si el niño realmente ha nacido para la música. Muchas veces, los papás los matriculan en academias y el niño luego de salir no quiere saber nada con los instrumentos; uno se dará cuenta de si la pasión es real cuando pasen muchas pruebas y los pequeños sigan allí. Luego de eso, solo nos queda apoyarlos.
PERFIL
Saywa y Damaris madre e hija Cantantes del género andino tradicional y fusión respectiva-mente. En su concierto del 19 en el Parque de la Exposición, tendrán como invitados a Yawar.CIFRAS
7 años madre e hija están en la conducción de “Miski Takiy”.2008 Damaris ganó el Festival de Viña del Mar.
50 años tiene Victoria Porras, más conocida como Saywa .