Haga memoria y piense cuándo fue la última vez que tocó, siquiera por casualidad, las Páginas Blancas. Más voluminosa y pesada que una enciclopedia, esta publicación, plagada de números telefónicos y nombres, rara vez nos ha sido útil para algo distinto como por ejemplo trancar una puerta. Son, para los conocedores de temas ecológicos, un derroche de papel, y lo peor es que al producirlas liquidamos nuestro planeta.

¿No lo cree? En los últimos cinco años, para crear casi 14 millones de guías telefónicas en el Perú, hemos talado 585,374 árboles, un área que, según la organización Promoción del Desarrollo Sostenible (IPES), equivale a 650 canchas de fútbol. Y por si fuera poco, en el proceso de producción se generaron 38,582 toneladas de residuos que, en su mayoría, no han sido reciclados.

Las malas noticias no acaban ahí. La misma institución, dedicada desde hace 28 años al cuidado del medio ambiente en América Latina y el Caribe, estima que para la distribución de las páginas blancas se empleó 878,108 m3 de agua, una cantidad que, si fuera repartida entre los más de 29 millones de peruanos, alcanzaría para un litro por habitante durante 30 días.

Y para terminar: la producción de las guías demandó un consumo de 97'847,000 kWh. Con esta energía tranquilamente se habría podido alumbrar 5 millones de hogares con ocho focos de 100 watts por 24 horas seguidas.

Propuesta. Para Óscar Espinoza Loayza, director de IPES, las Páginas Blancas son innecesarias no solo por el impacto que generan en el medio ambiente, sino también por que existen otros soportes, como la web, que no malgastan recursos, son gratuitos y tienen información mucho más actualizada.

Por ello, a través de la campaña "Tú decides... Más árboles, menos guías de teléfonos", Espinoza propone cambiar la norma que obliga entregar estas publicaciones de forma impresa y, además, busca fomentar el acceso a internet. Este tipo de medidas ya se están dando en países como Estados Unidos y España.

Con el planeta camino al desastre ecológico, urgen medidas como esta. Así, nuestra única guía será lograr un mundo mejor.