En 1991 el genio de Jim Henson pudo cumplir uno de sus numerosos sueños: realizar una clásica sitcom familiar. Sólo había un detalle: los protagonistas eran dinosaurios y la acción transcurría en Pangea, en el año 60.000.003 antes de Cristo. Así nace “Dinosaurios”, que nos trajo a la familia Sinclair, una versión -en ocasiones- incluso más tóxica y despiada de “Los Simpsons”.
El capítulo final cuenta que una etapa de glaciación aniquiló a todos los dinosaurios. La gente del estudio de Henson creó el ambiente necesario para ese cierre, que incluyó una reflexión sobre la ecología, la pasión desmedida por lo nuevo y la irresponsabilidad.
Titulado como ‘Naturaleza cambiante’, el último capítulo se refiere a una catástrofe ecológica, originada por la corporación ‘Yo lo digo’ (donde trabajaba Earl, el papá de la familia Sinclair), dueña de casi todos los productos y servicios en la sociedad de Nueva Pangea. La serie da entender que esta apocalipsis ecológico será el desencadenante de la extinción de los dinosaurios.
Con información de SCM