Belén de los Heros: “Si el papel ayuda a los niños, no dejaré de reciclar”
Belén de los Heros: “Si el papel ayuda a los niños, no dejaré de reciclar”

Hay adultos que se portan como niños y niños que se portan como adultos. Esto último es el caso de Belén de los Heros, una adolescente que desde los ocho años cumple una admirable labor: promueve el reciclaje para ayudar a los niños de la ONG Aldeas Infantiles SOS. Todo empezó cuando estaba en el colegio y le pidieron que presentara un proyecto ligado al reciclaje. Investigando se enteró que por cada 1.6 toneladas de papel acopiado, Kimberly Clark financia la alimentación de aproximadamente 10 niños durante un mes. Simplemente quedó fascinada y al terminar su trabajo pensó: “si el papel le da de comer a niños que lo necesitan, ¿por qué voy a parar?”. Hoy, ha recolectado 88 toneladas.

¿Cómo has logrado recolectar tanto papel?
Cuando empecé, mi familia me ayudó brindándome nombres de amigos y familiares a los que les envié información por correo sobre la importancia del reciclaje y dónde debían dejar el papel. Con el tiempo elaboré panfletos que los repartí por toda la zona del parque (Miraflores) y alrededores con información básica. Esas personas fueron pasándose la voz y empezaron a dejar papel en mi casa. Actualmente me traen papel de La Molina, Barranco, San Isidro y lo dejan acá. A veces me escriben para ir a recoger el papel que tienen.

¿Quién te acompaña?
Mi mamá me ayuda.

¿Cuál ha sido el lugar más lejos al que has ido por papel?
A Mala, y a diferentes playas.

En el Perú pocos tienen el hábito del reciclaje, ¿con qué sorpresas te has encontrado?
Al comienzo era un desastre. La gente dejaba lo que quería dentro de los recipientes y, en verdad, era un poco desagradable porque en mi casa nos dedicábamos a sacar el papel y hacer el pesaje.

¿Cómo lo manejaste?
Con mi mamá empezamos a destacar en los volantes que entregábamos que solamente podía ser papel. Todo tipo de papel, menos papel higiénico, porque algunas personas creyeron que era una buena idea y lo ponían. (Risas)

¿Ahora cómo te va?
Todo está mucho mejor, aunque hay veces en que la gente mete cosas que no debería, pero han mejorado muchísimo en estos cinco años.

¿Promueves el reciclaje en Aldeas Infantiles?
De hecho. Yo les he llevado el libro que escribí que se llama “Reciclemos” y se los he leído. Por supuesto que he cambiado algunas partes del libro porque es mi historia y no quiero decirles a los niños: “yo te ayudo o hago esto por ti”, porque ellos son como mis amigos. Pero siempre les hablo sobre la importancia del reciclaje. Ellos reciclan y es lindo poder ver que hacen lo mismo que yo hago por ellos, sin que lo sepan.

¿De qué trata tu cuento?
Es mi historia. Gran parte del enfoque del cuento son los gráficos que explican el proceso del reciclaje de una manera especial para que los niños entiendan que esta acción es buena para el medio ambiente, pero también ayuda en otros temas como a Aldeas Infantiles SOS.

En una entrevista leí que una señora se quejó por los recipientes que colocaste para recolectar el papel, ¿qué otros problemas has tenido?
Sí, vino la Municipalidad de Miraflores a quejarse porque a la señora le parecía que los recipientes malograban la estética del parque. Otros problemas que he tenido es cuando la gente se roba el papel o lo agarran para no comprar periódicos y yo lo veo desde mi ventana porque los tachos están al frente de mi casa.

Me comentas que el papel recaudado lo guardas en el estacionamiento de tu casa, ¿cómo lo toman tus padres?
Al comienzo me querían matar porque el papel trae bichos, pero como saben que es por una buena causa todo está bien.

¿Te consideras una ambientalista?
Me considero una persona que tuvo un sueño y que lo persiguió hasta hacerlo realidad. Me dijeron que no podría, que el proyecto no reciclaría ni un kilo y aquí estamos.

¿Tienes planeado formar una asociación?
Por ahora voy a seguir ayudando a Aldeas Infantiles de la manera que puedo, porque creo que es una asociación que lo necesita. Luego, ya veremos qué nuevos proyectos hacer.

¿Cuál ha sido tu máxima satisfacción?
Me encantó saber que una chica de Mala decidió replicar mi proyecto en su colegio y le fue súper bien. También en Huancayo. Cuando salió uno de mis artículos tuve gente de fuera escribiéndome. Tener la acogida de las personas ha sido lo mejor. Pero mi mayor logro es ver las sonrisas de los niños y saber a quién estoy ayudando.

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