Una elefanta de nombre Luca y había dejado de comer en su zoológico de Inglaterra. Sus cuidadores estaban preocupados por ella y una mañana metieron la cabeza en su boca y se dieron cuenta de lo que pasaba. El paquidermo necesitaba un dentista de manera urgente.
Y por suerte este, que normalmente trata con humanos, salió voluntario. Vieron que una de las muelas, la de la parte de arriba, estaba completamente torcida e infectada.
Han hecho falta más de seis personas, un taladro y gran cantidad de anestesia para conseguir quitarle de una vez por todas este dolor de muelas. Los trabajadores del zoológico dicen que Luca, su elefanta, ya está recuperada.