Elie Wiesel, ganador al Premio Nobel de la Paz falleció a los 87 años de edad
Elie Wiesel, ganador al Premio Nobel de la Paz falleció a los 87 años de edad

El célebre escritor y ganador del Premio Nobel de la Paz, Elie Wiesel falleció el pasado sábado 02 de julio a los 87 años en su casa ubicada en Manhattan Estados Unidos donde residía hace muchos años.

Wiesel era conocido por ser uno de los sobrevivientes de los campos de concentración Nazis, a raiz de esto, se dedicó a escribir sobre los tristes y horrosos pasajes que vivió en las concentraciones de Auschwitz y Buchenwald.

Elie Wiesel fue capturado por los Nazis a los 16 años de edad, es por esto que, tras la guerra, se formó en París como periodista y escribió ensayos y novelas. Uno de sus libros más destacados fue su trilogía sobre sus vivencias durante aquellos años de represión y muerte (La noche, El alba y El día, publicadas en español bajo el título de Trilogía de la noche). Uno de estos libros, "La noche" de 1955 fue traducido en más de 30 idiomas.

Esto hizo que resaltará aún más su labor y el comité Nobel le concedió el Premio Nobel de la Paz en 1986, mencionando que, "Elie Wiesel es un mensajero de la Humanidad; su mensaje es el de la paz, el resarcimiento y la dignidad humana".

Wiesel en busca de otros aires, llegó a Nueva York en 1955 y en 1963 adoptó la nacionalidad estadounidense, país donde se dedicó a ser profesor de humanidades en distintas universidades. Tras sus logros, se creó la Fundación Eli Wiesel para la Humanidad, organización que fundó junto a su esposa y que presidía. “Olvidar a los muertos es lo mismo que matarlos por segunda vez", fue su idología de vida a lo largo de su carrera.

Wiesel dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos, a mantener viva la memoria del Holocausto a través de la educación y a la apasionada defensa del Estado de Israel. "Nunca ha habido una generación a la que obsesionara tanto la memoria como la nuestra, pero creo que es el patrimonio que debemos dejar a nuestros hijos". Decía Elie.

El presidente de Estados Unidos, Obama se manifestó con un comunicado: "hizo más que dar testimonio: actuó" "Elie no era sólo el sobreviviente más prominente del Holocausto: era la memoria viva", afirmó Obama. Tras su fallecimiento, asistieron un centenar de personas a su velatorio, entre los asistentes se encontraba el presidente del Consejo Judío Mundial, Ronald Lauder, así como familiares, amigos de Wiesel y miembros de la fundación humanitaria que llevaba su nombre.

Una de las frases de Wiesel que se recuerda son:

“Lo recuerdo: sucedió ayer, o hace una eternidad. Un joven chico judío descubrió el Reino de la Noche. Recuerdo su desconcierto, recuerdo su angustia."

"El que odia, odia a todos. El que mata, mata más que a sus víctimas."

"¿Pero hay esperanza? ¿Hay esperanza en el recuerdo? Tiene que haberla. Sin esperanza, el recuerdo sería morboso y estéril. Sin recuerdo, la esperanza estaría vacía de significado, y por sobre todo, vacía de gratitud."

"El deber del superviviente es dar testimonio de lo que ocurrió, (...) hay que advertir a la gente de que estas cosas pueden suceder, que el mal puede desencadenarse. El odio racial, la violencia y las idolatrías todavía proliferan."

"¿Usted cree que en el mundo ya no hay grandes líderes? Si. No sólo en la política han disminuido los líderes. Lo que hoy falta es un líder que cuando hable la gente lo escuche, lo entienda. Alguien como Einstein o Gandhi en su momento."

"(...) Por la tarde, nos pusieron en fila. Tres prisioneros trajeron una mesa e instrumentos médicos. Con la manga del brazo izquierdo levantada, cada uno debía pasar delante de la mesa. Los tres "antiguos", agujas en mano, nos grabaron un número en el brazo izquierdo. Yo me convertí en A-7713. En adelante no tendría otro nombre."

"¿Cómo se llora a seis millones de muertos? ¿Cuántas velas se encienden? ¿Cuántas plegarias se oran? ¿Sabemos cómo recordar a las víctimas, su soledad, su impotencia? Nos dejaron sin dejar rastro, y nosotros somos ese rastro. Contamos estas historias porque sabemos que no escuchar ni desear saber lleva a la indiferencia, y la indiferencia nunca es una respuesta."