El diseñador de raíces huancaínas es un referente en el mundo del 'lettering', la tipografía y el arte popular. En lo que resta del año realizará intervenciones urbanas y dictará talleres en Chile, Colombia y Argentina.

MI NOMBRE ES ELLIOT URCUHUARANGA CÁRDENAS, YO ME AÑADÍ EL 'TÚPAC'. Luego de años diseñando carteles, decidí utilizarlo después de mi nombre para firmar mis trabajos. Hay una cuestión de rebeldía ahí. Y es perfecto porque va con mis ganas de generar un cambio de percepción de una estética.

ACTUALMENTE HAY UNA NUEVA FORMA DE VER EL PERÚ, QUE NO ES LO MISMO QUE UNA NUEVA FORMA DE IDENTIDAD. Si bien hay ciertos cambios en la gente, no son tan fuertes todavía. Ahora a casi nadie le avergüenza decir que su familia es de provincia, sin embargo, no siempre hay un compromiso real. Para uno identificarse tiene que conocer, y casi nadie conoce nada. Algunas personas, por ejemplo, pueden ver un trabajo mío y decir: "qué bonito el color", sin saber todo lo que hay detrás.

HE PARTICIPADO EN EVENTOS DE ARTE EN COSTA RICA, MIAMI, ARGENTINA, CHILE Y COLOMBIA. En lo que resta del año iré a estos tres últimos países. Cada vez que me invitan dicto talleres de rotulado, 'lettering' y tipografía, doy charlas, hago intervenciones en la calle y monto exposiciones. Mis trabajos han aparecido en series de televisión, películas y diseños de marcas tan variadas como un restaurante en China, una empresa de transportes o una película. Hoy solo vivo del arte.

MI PAPÁ ES DE HUACRAPUQUIO Y MI MAMÁ DE VIQUES, AL SUR DE HUANCAYO. Como la mayoría de familias de la zona, estuvieron vinculados con la artesanía. Ella se dedicaba al bordado y él a la producción de mantas matices. El juego de colores que yo aplico en mis trabajos viene de ahí. Casi todas mis obras tienen un tema visual de degradaciones, volúmenes y sombras, que no se ve normalmente en los carteles de la calle.

MIS PADRES VINIERON A LIMA HACE MÁS DE 40 AÑOS Y SE ASENTARON EN ATE, EN LA EX HACIENDA SAN JUAN. Algunas personas que vienen de provincia rechazan que sus hijos hablen quechua o que mantengan sus costumbres, creen que así se pueden insertar mejor a la capital. Mis papás pensaron todo lo contrario. Nosotros, los ochos hermanos, siempre hemos crecido teniendo bien claro nuestras raíces folclóricas, quiénes somos y qué hacemos.

MI PAPÁ TIENE UN ALTO GRADO DE CULTURA PERUANA QUE SIEMPRE NOS INCULCÓ. De algún modo mis trabajos reflejan esas bases. A los cinco años nosotros ya sabíamos todo sobre los incas, las culturas peruanas, las costumbres de cada región. Mi papá era locutor radial de música peruana y organizaba eventos culturales regionales. De ahí que en los años ochenta comenzara con el negocio de los carteles para conciertos y todo tipo de eventos. Yo tendría dos años.

EL TALLER DE CARTELES CHICHA ESTABA EN LA CASA, ASÍ QUE TODO EL TIEMPO ERA JUGAR CON LAS LETRAS. Nosotros crecimos rodeados de chacra, cerros y acequias con pececitos. En esa época no se podía disponer de todos los juguetes, así que lo que no había se inventaba. Armaba objetos con residuos de madera, construía una escalera con barro o me iba a explorar a una huaca cercana. Todo eso despertó mi imaginación desde muy temprano.

DESDE LOS 11 AÑOS COLABORABA DISEÑANDO LAS LETRAS EN EL TALLER DE MI PAPÁ. Saliendo del colegio yo quería ser artista plástico, quería ser como los maestros renacentistas que veía en los libros de mi casa. Pero eso no tuvo eco en mi padre. Por él estudié un año de economía y luego me pasé a comunicaciones. Yo le contaba a mis amigos que hacía carteles chicha y decían: "qué feos esos colores chillones". Había un rechazo por todo lo popular, así que busqué innovar para reivindicar el cartel. Cambiamos la visión del negocio.

COLABORÉ CON ALGUNOS ARTISTAS, COMO SUSANA TORRES, Y COMENZAMOS A BUSCAR A LAS AGENCIAS DE PUBLICIDAD. Luego creamos unos diseños para la película Madeinusa, de Claudia Llosa, hicimos la portada de la revista inglesa Creative Review y empiezo a trabajar de modo independiente. En 2010 me invitan por primera vez a Chile para inaugurar una muestra, dictar charlas y hacer un 'workshop'. Hubo mucha expectativa por mi llegada e incluso se formó el colectivo "El legado de Túpac", en el que los jóvenes realizan encuentros a partir de lo que aprendieron.

HOY NO TENGO UNA META TRAZADA, LO QUE TENGO ES UNA IDEA GENERAL. Sé que en unos años me consolidaré dentro del espacio de la tipografía y vengo trabajando en eso. Hay profesionales en Argentina o Chile que luego de estudiar diseño gráfico hacen un diplomado en tipografía. Yo me he saltado esos procesos en mi vida diaria. Tengo planeado convertir mi taller del Centro de Lima en una pequeña sala de exhibición-venta. Más que una meta final, estoy enfocado en mi día a día. Fotos: Johanna Valcárcel

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