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El fotógrafo Marcel Sternberger y su esposa Ilse viajaron a México en 1951 para fotografiar personajes políticos de esos tiempos, sin saber que producto de se viaje conocerían a dos comunistas radicales: Diego Rivera y Frida Kahlo. 

Sternberger los fotografió con su estilo característico, que era una combinación única de técnicas psicológicas y fotográficas. En los retratos de Sternberger, se puede ver a Rivera haciendo muecas. Como consta en una conversación grabada en 1952 entre Rivera y Sternberger, que Jacob Loewentheil, (autor de The Psychological Portrait, una nueva monografía que publicó Rizzoli con 206 fotografías de personajes importantes) pudo escuchar, el pintor solía hacer esas muecas frente al espejo para estudiar los músculos y rasgos faciales.

“Diego hace muchas muecas e imita a personajes en sus fotografías”, dice Loewentheil. “En algunas se le ve con los ojos en blanco; en una trata de imitar a Buda y en otra dice que identifica algo del dios prehispánico del viento en su retrato”.

Frida Kahlo luce muy desenvuelta. A pesar de sus serias lesiones en la espalda, con las que batallaba desde 1925, la vemos sentada con la espalda recta, casi haciendo énfasis en su postura, con unos largos pendientes y su tocado de flores.

“Ella quería presentarse con un porte señorial”, dice Loewentheil. “Considerando que tenía serias lesiones en la espalda a causa de un accidente en tranvía durante la infancia que la postró en cama durante buena parte de su vida, creo que siempre quiso mostrarse con la espalda recta, como para demostrar que podía sostenerse sola”.

No hay registros de qué opinó Frida Kahlo de los retratos, pero la conversación grabada muestra la opinión de Rivera. “Primero que nada, creo que nadie me había tomado unas fotografías más logradas que estas y por primera vez me veo tal como soy, esa parte de mí en los retratos, la mayor parte de mi psicología, mi forma de ser soñadora detrás de la máscara que tengo puesta todo el tiempo, en la vida cotidiana”, le dijo a Sternberger.

Es difícil saber con exactitud de qué hablaron Frida Kahlo, Diego Rivera y Marcel Sternberger. Pero Loewentheil cree que el fotógrafo pudo capturar el vínculo emocional entre la famosa pareja que durante mucho tiempo se ha visto eclipsado por los relatos de su relación tormentosa.

Con la información de: The New York Times

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