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Actitud positiva, buena vibra y una sonrisa son características en ella. Francesca es una chica que sabe disfrutar de la vida. "Me gusta ver la parte buena de las cosas. Soy una persona alegre, que se adapta a las situaciones y a la que no le molesta probar algo nuevo", comenta la modelo de 25 años. Su arrojo y sus ganas de vivir experiencias distintas la llevaron a aceptar la propuesta de trabajo que la alejo de Roma -la ciudad donde vive- y venir al Perú a lucir su encanto.

Esta fue su primera vez en Latinoamérica, la primera vez que vio los Andes, el Pacífico Sur y la Amazonía. Apenas pisó nuestro país se dejó encantar como una niña por este exótico territorio. "Recuerdo que en la selva me sentía como en un dibujo animado entre tantos animales y vegetación", manifiesta, sacando a relucir su lado más soñador y tierno. Tras semanas de viajar junto al grupo "Las Chicas Doradas", visitó desde el mar al bosque tropical. "Estoy enamorada de la playa, la montaña y la ciudad de Lima. Por otro lado, tengo la impresión de que la gente es feliz", señala. Eso le gusta.

Atracción latina. La forma de ser de los peruanos la ha seducido. "Aunque el italiano es mucho más abierto mentalmente, también es más caprichoso", añade. Esa diferencia de mentalidad entre uno y otro país es una de las cosas que le ha parecido lo más interesante y que la motiva a volver pronto al Perú. "Espero regresar dentro de poco", afirma. Cruzamos los dedos.

No sabemos si en un segundo viaje se animará a posar nuevamente frente a las cámaras, pues le tomó algo de tiempo habituarse al estilo de fotografía sexy que se hace aquí. "Normalmente suelo realizar trabajos de moda. En Italia sí he protagonizado muchas fotos sensuales, pero son muy distintas. No digo que unas sean mejores que otras, es solo que hay concepciones diferentes", finaliza con una sonrisa. Fotos: Víctor Vásquez

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