Entre el vuelo de drones y la caída de misiles, un afgano, Mustafa Mohammadi, fabricó en 45 días un coche solar, eléctrico y a pedales para solucionar la falta de transporte que afronta Kabul debido a la carencia de combustible.
Además, Mohammadi quería encontrar una solución a los riesgos y penalidades que pasan familias enteras que viajan en motos inseguras en el duro invierno o el verano caluroso, entre polvo y lluvia contaminada en las ciudades.
"Presenté el diseño de mi coche a un amigo, afortunadamente le gustó y financió el proyecto", que costó unos 90 mil afganis, alrededor de mil 500 dólares, explicó.