La estrella Kim Kardashian confesó que su esposo Kanye West botó toda la ropa que usaba antes de casarse con él, pues a decir de éste, ella "no tenía buen gusto".
“Yo estaba obsesionada con lo brillante, los tacones de Rhinestone y el tipo de ropa del que ahora me río, y él me lo botó todo. Me dije: ‘Bueno, lo guardaré para mi hija’ y él me dijo: ‘Si va a ser nuestra hija, ¡nunca se vestirá con eso!’", contó la bella modelo.
"Creo que él pensaba que era un poco cursi. Yo nunca había pasado tiempo en Londres o París, ni había visto cómo era la moda fuera, así que me trajo estilistas de todo el mundo para actualizar mi look. Y me trajeron cosas como piel de serpiente, que nunca había visto antes”, dijo Kim a la revista Love.
Además, Kim refirió que no quiere ser famosa únicamente por su voluminoso derrier, por lo que ha contratado a la experta en maquillaje Jessica Mirdita para que convierta sus pechos en otra parte llamativa de su cuerpo.