“Los problemas son oportunidades de crecimiento”
“Los problemas son oportunidades de crecimiento”

Este domingo es el Día de la Madre y quienes están próximas a vivir esta experiencia no negarán que no hay mayor ilusión que la espera. En el caso de Miguel Pazos, gerente general de Maternelle, el nacimiento de su hija fue el empuje que necesitaba para emprender, al lado de su esposa, este negocio que diseña, fabrica y distribuye accesorios para bebés y mamás.

Usted trabajó por muchos años en el sector financiero, ¿por qué dejó todo para emprender en este negocio? 

Todo esto pasó hace 11 años, cuando mi esposa quedó embarazada. Estuvimos analizando la manera de que ella descanse y cuide a nuestra hija. Sin embargo, cuando en la economía familiar ya no hay un ingreso, la situación se vuelve complicada. Antes de que naciera mi hija, nos fuimos a Miami y vimos que allí se vendían accesorios textiles, fabricados en China, y pensamos en la creación de estos artículos en Perú.

¿Cómo era en aquel entonces el rubro de los accesorios para bebés? 

Solo habían dos tipos de producto. Por un lado, los que tenían un costo altísimo y por el otro, los muy económicos, de mala calidad en la confección e insumos. Es por ello que hicimos un estudio del consumidor y vimos sus necesidades, sobre todo de las mamás, quienes en la actualidad y gracias a la tecnología están más informadas y saben qué productos elegir.

¿Qué ha sido lo más difícil que ha tenido que afrontar? 

Cuando este negocio ya tenía tres años, llegó un pedido para exportar a Ecuador, pero este fue sin adelanto, por lo que tuve que pedir que nos amplíen la línea de crédito. El banco nos negó la solicitud porque en aquel tiempo el sector textil se encontraba mal en el país. Entonces, después de ocho años, tuve que decir “renuncio” porque no valoraban mi trabajo. En ese momento, me ofrecieron un aumento de sueldo de 50%. Sin embargo, con el dinero de mi liquidación llevé a cabo el pedido de exportación que necesitaba.

Fue un todo o nada... 

Así es. De todas maneras renuncié y cuando me dieron el cheque de liquidación, al siguiente mes ya tenía todo el pedido en cajas certificadas, listas para enviarlas a Aduanas. En ese momento, me llama el cliente de Ecuador para decirme que tenía que cancelar el pedido porque el presidente Correa había puesto una barrera a todas las importaciones. Tuve que decir a todos los colaboradores que se vayan a descansar porque ya teníamos producción en exceso.

¿Y qué fue lo que hicieron? 

Considero que los problemas son oportunidades de crecimiento y de desarrollo. Teníamos que venderlo todo en dos meses, porque era ropa de estación para bebés. Tocamos las puertas de los bancos, de las áreas de marketing y de gerencia de tarjetas de crédito, porque ellos cuentan con programas para fidelizar a los clientes. Entramos a casi todos los bancos comerciales, de tal modo que terminamos de vender la mercadería en 20 días y volvimos a llamar a los trabajadores, que hasta ahora siguen con nosotros.

¿Es difícil hacer una empresa con la pareja? 

Depende. Nosotros hemos tratado de no mezclar las cosas. Cuando estamos aquí, trabajando, somos compañeros y en la casa, vemos los temas familiares, personales. Es una empresa conyugal y sabemos que es importante la coordinación y gestión corporativa. Muchas empresas familiares involucran a todos sus miembros, aunque no necesariamente sean los más adecuados para afrontar un negocio. Es importante tener a los más capacitados.

¿Cómo ingresaron al rubro de las salas de lactancia?

A través de la Ley 29896, que establece que las empresas públicas y privadas que cuentan con más de 20 trabajadoras en edad fértil están obligadas a tener una sala de lactancia. Sin embargo, nos percatamos que esto no se aplicaba en lugares públicos; es decir, una mujer iba a un centro comercial y encontraba en un baño, a lo mucho un cambiador de pañales. Hicimos el estudio y hace tres años implementamos el primer lactario en un centro comercial.

¿Cómo está constituida una sala de lactancia? 

Es una espacio adecuado y cómodo para que las madres puedan dar de lactar a sus hijos sin que puedan sentir estrés. Además, cuentan con profesionales de la salud que pueden orientarlas en cualquier duda que ellas tengan, sobre todo a las primerizas que están pasando por esta experiencia.

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