Miguel Cruz: “Nadie te va a llamar a dirigir tu primera película”
Miguel Cruz: “Nadie te va a llamar a dirigir tu primera película”

Cuando tenía apenas 15 años, Miguel Cruz comenzó a decir que quería ser director de cine, sin saber cómo ni por qué. “Nunca fui el chico que dibujaba muy bien, pero sí me agradaba mucho leer, crear cómics y cosas por el estilo. Me gustaba inventarme historias”, cuenta. Aunque estudió Economía, su pasión por el cine lo llevó a trabajar primero en posproducción, luego a dirigir exitosas series como Aída o Caiga quien caiga, y finalmente a cumplir su sueño: crear su primera película, Vulnerables. Por ahora, su única meta es “hacer películas”.

Aída estuvo diez años al aire, ¿en qué radica el éxito de una serie como esta? 

Como toda sitcom, en los guiones y los actores. Los directores hacemos que las cosas pasen, pero la verdadera magia llega con ellos. A mí lo que me gustaba de la serie es que era transgresora, pero al mismo tiempo muy humana y cercana. Los personajes conectaban muy bien con todo el mundo, porque era un barrio muy español y de verdad, algo que normalmente no se enseña en la televisión.

¿Es fácil pasar de hacer televisión a cine? 

Es difícil, porque en España el mundo de la televisión y del cine están relativamente separados. Entonces, te encuentras con personas que dicen: “Los de televisión no saben hacer cine”, cosa que a mí me dolía mucho porque yo no creía que fuera así. Ese primer paso fue relativamente difícil, pero sobre todo me ayudó mucho la experiencia americana. Lo que aprendes en Los Ángeles es que, normalmente, nadie te va a llamar a dirigir tu primera película, te la tienes que conseguir tú.

De la comedia pasaste a un género completamente diferente, ¿cómo eliges el tema de Vulnerables? 

Como espectador me gusta mucho el thriller y la ciencia ficción. Por otro lado, como profesional siempre he trabajado en comedia. Tengo esa bipolaridad que se transfiere a la película. Además, acababa de tener a mi hija, que había estado una semana en cuidados intensivos. Esa sensación me acompañó cuando escribí la película, esa sensación de miedo.

¿Por qué es importante hacer cine independiente? 

Para el director es importante porque la puedes manejar tú mismo, lo que puede ser muy bueno o muy malo. Uno de los errores que cometí es que Vulnerables no es una película pensada en la distribución. Yo aprendí muchísimo sobre este mecanismo a través de los errores. Pero, ¿cuál es el género de la película? Para ti de repente es un tono original, pero luego llega el señor que tiene que distribuir la película y te dice: “Ya, pero ¿cómo la vendo?”, porque no acaba de ser un thriller ni un drama.

¿Qué le aconsejarías a un joven que piensa lanzar su primera producción? 

Que lo haga porque muchas veces no hay otra manera de hacerlo. Si en algún momento de su vida se da la oportunidad, que no lo piense. Primero, tiene que asegurarse de que el guion guste. Segundo, que la calidad técnica de la película esté dentro del estándar de distribución, porque si quieres llevarla a distribución, te ponen en la misma balanza con Spiderman 3. No tienes que darle argumento a nadie para que diga que tu película es mala. El tercer elemento es tratar de tener a un actor o actriz que sea relativamente conocido. Si tienes un guion y gusta, busca a un actor, porque lo puedes encontrar.

¿Qué proyectos tienes en mente? 

Llevo un año y pico queriendo hacer el remake en ingles de Vulnerables. Tengo muchas ganas de hacer la película otra vez y sin sufrir. Estoy presentándola a los estudios para hacerla bien, esta vez con más presupuesto. Luego, estoy trabajando en una comedia española, que curiosamente fue lo primero que escribí, pero que no era posible hacer como película independiente en su momento porque es un poco complicada. También estoy trabajando en un proyecto medio secreto, que es una película de deporte, para hacerla como una coproducción europea.

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