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Un incendio en una fábrica de whisky en el pasado 3 de julio en un almacén de la compañía Jim Beam en la ciudad de Versailles (Kentucky), Estados Unidos ha dejado un desastre ecológico.
De acuerdo al diario Courier Journal, el contenido de hasta 45.000 barriles de 'bourbon' destruidos desembocó en el río Kentucky, acabando de esa manera con la vida de miles de peces, reveló un portavoz del Departamento de Pesca y Recursos de Vida Silvestre del estado.
El alcohol vertido en el río redujo el nivel de oxígeno en el agua, causando la muerte de los peces. La balsa de cadáveres y whisky, de 28 kilómetros de largo, fluye hacia el río Ohío, así que para saturar con oxígeno el agua en los cursos fluviales afectados se utilizan dispositivos de aireación.
Los funcionarios estatales habían predicho que el río se vería afectado ya que el agua utilizada para extinguir las llamas se escurriría hacia un arroyo cercano y, finalmente, llegaría al río Kentucky. Mientras tanto, no se espera que el agua potable se vea afectada, pero algunos podrían detectar un olor a bourbon.
Los equipos continúan rastreando el impacto ambiental del incendio. Los peces muertos se descompondrán naturalmente sin dañar el río, por lo que no hay un plan para eliminarlos.
