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Un jurado del condado de Los Ángeles compensó a una mujer con 4 millones de dólares tras recibir descargas eléctricas de una subestación vecina cada vez que accionaba su ducha.
Simona Wilson, de Redondo Beach (California), sufría estos choques de baja intensidad al ajustar su regadera de metal, instalada en marzo de 2011.
Según testimonio de la afectada, estos incidentes le dejaron dañado el sistema nervioso. Los síntomas, que comenzaron con nauseas y dolores de cabeza, se convirtieron en adormecimiento de brazos, piernas y pies. Su condición la forzó a realizar diversas visitas a sala de emergencias.
De acuerdo a Los Angeles Times, el daño desarrolló una condición conocida como "erythromelalgia".
Wilson, madre de tres chicos, comenzó a sospechar de la ducha cuando su novio, Jason Stelle, también empezó a experimentar una sensación de hormigueo cada vez que manipulaba el sistema.
El abogado de la mujer relató que los médicos no lograron vincular el daño nervioso a las descargas eléctricas, pero un inspector le recomendó "salir" de allí inmediatamente.
Tras mudarse, en setiembre de 2011, Wilson presentó una demanda contra la compañía Southern California Edison, generando toda una investigación.
Se descubrió que la casa fue originalmente construida por la firma en 1960 para albergar a trabajadores de una subestación de energía cercana. La defensa de la mujer dijo que la compañía nunca le reveló esta historia al momento de vender el inmueble.
El pasado lunes, la corte decidió que Edison había actuado de manera "despreciable y negligente", según publica el Beach Reporter.
Wilson fue compensada con un millón de dólares en indemnización y otros tres por daños punitivos.
El martes la empresa emitió un comunicado diciendo que habían actuado de manera responsable, cooperando con la investigación. En ese sentido, aún se encuentran determinando si apelarán la sentencia.
