Peterson Toscano pagó 30 mil dólares en controvertidas terapias de conversión, pasó por tres sesiones de exorcismo y un matrimonio fallido, y aunque no quería admitirlo al final tuvo que aceptarlo, es gay.
La llamada conversión o terapia reparativa es la práctica a la que se sometió Toscano de 47 años, la misma que trata de ayudar a las personas a cambiar su orientación sexual.
Este tipo de terapia apoyada por iglesias cristianas fundamentalistas, sostiene que la terapia ayuda a pasar de homosexual a heterosexual. A estas personas se las conoce como 'exgay'.
Peterson, quien vive en Nueva York es un cristiano devoto, miembro de la Iglesia Evangélica y estaba en una encrucijada entre su orientación y su fe.