¿Quién no ha jugado de pequeño con la moldeable plastilina? En casa o en el nido era siempre divertido darle rienda suelta a la imaginación, un juego que Raúl Vásquez ha llevado hoy a un sinfín de posibilidades dándole vida a personajes tan imaginarios como reales.

Para Raúl, moldear plastilina se convirtió en una pasión desde que por primera vez a los 3 años su maestra de nido le entregó unas "barritas mágicas" de colores y le dio la libertad de crear con ellas lo que él quisiera.

La plastilina se convirtió entonces en un mejor amigo al que llevaría a todas partes y con esfuerzo y paciencia llegaría el día en que se vería sorprendido con su versatilidad para crear cualquier cosa que imaginara su mente.

Su arte ha llegado hasta la farándula limeña e internacional. Entre sus más aclamados personajes encabezan la lista el guitarrista de los Guns N' Roses Slash, Machín (Carlos Alcántara), Gonzalete (Gonzalo Torres), Optimus Prime (Transformers), R2D2 (Guerra de las Galaxias) y una de sus más preciadas figuras: su ídolo, el actor y luchador profesional Hulk Hogan.

"Lo más preciado para mí es la respuesta de Hulk Hogan a un mensaje que le envíe a su página de Facebook, con la imagen de la figura que hice de él. Simplemente me puso "Gracias Raúl, está muy bueno" pero Hulk Hogan siempre fue uno de mis ídolos más queridos desde que tengo uso de razón", relató a diariocorreo.pe.

Sin pensar hasta dónde llegaría su arte ahora personalidades de Lima y del extranjero lo han felicitado por el gran parecido de sus personajes de plastilina. Nos cuenta que está próximo a conocer a Gonzalo Torres, Federico Salazar y Carlos Alcántara para entregarles los muñecos que les hizo.

Otras de sus obras maestras son el Papa Francisco, la ex vedette Susy Díaz, la alcaldesa de Lima Susana Villarán, el periodista Beto Ortiz, el presidente de los EE.UU. Barack Obama, la Chola Chabuca (Ernesto Pimentel), el músico Lucho Quenquezana y personajes de acción como Batman y Superman.

Aunque el trabajo y los estudios lo alejaron de su pasión varios años, tras la muerte de su madre se reencontró con las cajas de las plastilinas que usaba de niño y retomó ese primer amor que luego compartió con su hijo.

Y compartiendo esa pasión es que luego fundó '', un taller que empezó con 7 alumnos y ahora, con 48, tiene proyectos prometedores. Dirigido a niños, jóvenes y adultos, el requisito es que estés dispuesto a dejarte llevar por la imaginación.

Raúl, de 36 años, músico y comunicador social, es Plastilinero. Ha creado más de cien figuras y su meta es difundir la plastilina como arte y como terapia.

"La plastilina inicia procesos en niños pequeños (bajo supervisión) y refuerza habilidades ya adquiridas en jóvenes y adultos, además de prevenir enfermedades como la artritis y es muy útil como terapia para pacientes que necesitan rehabilitación psicomotriz o en enfermedades como el alzheimer", asegura.

Su proyecto más ambicioso es crear un centro de formación y exposición permanente para modeladores de todo tipo. "El Perú tiene una herencia muy rica de artesanos dedicados a modelar todo tipo de material. El arte está en nuestros ancestros y nuestras venas", nos dice.

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