Pequeños flamencos del Caribe vinieron al mundo en zoológico (VIDEOS)

Pequeños flamencos del Caribe vinieron al mundo en un  inglés de Gran Bretaña, donde se han convertido en la atracción de grandes y chicos. Los polluelos del Caribe son alimentados a mano por los cuidadores de las aves para asegurarles el bienestar lejos de su hábitat.

Los recién nacidos son grises, pero en unos meses serán rosados como sus padres. Las madres prodigan abrigo y protección a las crías.

El nombre científico Phoenicopterus ruber significa “alas rojas de Fénix”, y su nombre común proviene de “flama”, es decir, llama. 

Apasionante baile

¿Sabías del apasionante baile que protagonizan estas aves? Para los flamencos, esta reunión no es una competición. Bailan sincronizados para asegurarse el poder aparearse al mismo tiempo, naciendo así, sus crías a la vez. 

Ni el calor ni el hambre son un obstáculo para que los flamencos realicen su danza coreografiada de apareamiento. Se trata de un curioso rito de eficacia probada y de reglas desconocidas.

Los flamencos son monógamos (al menos durante el período de cría) y ambos miembros de la pareja construyen el nido e incuban un único huevo. Durante su desarrollo, ya empieza a recibir pigmentos, hasta el punto que la yema se vuelve de color rojo vivo. Sin embargo, cuando eclosiona, el polluelo es gris como la ceniza del Fénix. Adquirir el inconfundible plumaje es cuestión de tiempo.

En las primeras semanas, los padres alimentan al pequeño con una “leche” roja producida por unas glándulas ubicadas en el tracto digestivo. Esta secreción es rica en grasa y su color es debido, en parte, a los carotenoides. La transferencia de estos pigmentos de padres a hijos es tal que los primeros se destiñen para beneficio de los segundos.