En el marco de la celebración del 50 aniversario de su creación 'Mafalda', el ilustrador argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón 'Quino', a sus 82 años, reconoció que para él esta niña irreverente es un "dibujo más y un mueble lindo".

"Yo soy como un carpintero que fabrica un mueble, y Mafalda es un mueble que me salió bien, lindo, pero para mí sigue siendo un mueble, y yo hago esto por amor a la madera que yo trabajo", dijo.

En su casa de Madrid, cuenta que a pesar pese a saber que hay mucha gente a la que le "fastidia" oír de su boca que su célebre niña es "uno más", él lo "siente así".

Aquejado de un problema de visión que le hace vivir en un "mundo que está un poco fuera de foco", el padre de la niña más contestaría de la ilustración siente que, en la actualidad, es un "poco menos optimista" que cuando dibujaba a Mafalda con 35 años y se siente "un poco más desilusionado" al ver cómo es el mundo.

Pese a que con esta niña que odiaba la sopa a morir aportó su granito de arena a la crítica a la censura en su Argentina natal, Quino no siente que Mafalda haya sido su "mejor aliada" para decir lo que quería y "cuando quería".

"Mi mejor aliado he sido yo mismo, porque dejé de decir muchas cosas que hubiera querido decir y no se podían decir. Desde que llegué a Buenos Aires con mi carpetita de dibujos (en 1954), me dijeron que no podía hacer dibujos sobre militares, sobre la iglesia, el divorcio, la moral. Entonces me acostumbré a dibujar las cosas que me permitían", recordó.

Con una vida a caballo entre Buenos Aires y Madrid, Quino, quien dejó de dibujar a Mafalda hace 41 años, tampoco puede seguir pintando, su otra pasión, por su delicada vista.

EFE