La empresa de delivery Rappi se pronunció a través de un comunicado tras la viralización de un video a través de las redes sociales en que se observa a motorizados que trabajan en la mencionada compañía comiendo los alimentos que transportaban.
Según Rappi, los pedidos habían sido cancelados, pero que tenían que ser "devueltos en las mismas condiciones" en las sedes de operaciones para que sean desechados.
Los trabajadores que fueron grabados "ya no forman parte de la plataforma", informó Rappi.
"Los productos de que nuestros aliados nos entregan para su despacho, normalmente vienen sellados para evitar cualquier manipulación. Rappi provee en muchos casos stickers de seguridad a los aliados para garantizar el sellado de los empaques", reza el pronunciamiento.