Un grupo de cazadores encontró a un hombre herido en la cueva de un oso en la República de Tuva, al este de Rusia, cerca de la frontera con Mongolia.
Según informó el medio ruso The Siberian Times, los perros de los cazadores se detuvieron en el exterior de la cueva y comenzaron a ladrar desesperados. Pese a las órdenes de sus dueños, se negaron a seguir caminando y era porque habían olfateado la presencia de un ser vivo en el interior de la cueva.
Los cazadores decidieron ingresar a la cueva. Cuando ingresaron vieron un hombre aparentemente muerto y momificado, pero todo cambió cuando este abrió los ojos y dijo su nombre.
Tras reconocer que estaba vivo, el hombre identificado como "Alexander" y fue trasladado al hospital, donde los médicos descubrieron que tenía rota la columna vertebral, la piel podrida, además de otras graves heridas.
Alexander, quien no pudo recordar su apellido ni otros datos personales contó que estuvo en la cueva del oso durante un mes pues el animal lo atacó, rompió su columna vertebral y lo arrastró a la guarida.
Se sabe que los osos pardos a veces mantienen a su presa enterrada en algún lugar del suelo para volver a ella cuando la necesitan.
Sin embargo, no está claro para los médicos, cómo "Alexander" logró sobrevivir tomando en cuenta la gravedad de heridas durante tanto tiempo.