Muchos padres, sobretodo primerizos, enfrentan el dilema de si deben dejar llorar a sus bebés en la noche o deben ir a confortarlo, pero un nuevo estudio en Estados Unidos encontró que es mejor dejarlos llorar "hasta que el sueño los venza".
Luego de monitorear los patrones de sueño y vigilia de un grupo de 1.200 bebés entre seis y 36 meses de edad, especialistas en Psicología del Desarrollo de la Universidad de Temple, llegaron a la conclusión de que la mayoría de los problemas de sueño de los bebés se deben a un factor genético o biológico de temperamento difícil, que suele estar afectado muchas veces por la depresión materna.
Otra de las conclusiones a las que se llegó es que muchos bebés no han aprendido a quedarse dormidos por sí solos, especialmente cuando son amamantados.
"Cuando las madres se adaptan a este despertar nocturno y/o si el bebé tiene el hábito de quedarse dormido durante el amamantamiento, entonces no está aprendiendo cómo tranquilizarse por sí solo, y esto es algo esencial para tener un sueño regular" explica la investigadora, Dra. Marsha Weinraub.
"El mejor consejo es colocar a los infantes en su cama a una hora regular cada noche, dejarlos que se queden dormidos por sí solos y resistir la urgencia de responder de inmediato a sus llantos",
Por ahora, dice, "recomendamos a los padres que establezcan una rutina minuciosa y cuidadosamente preparada para ayudar al bebé a tranquilizarse sólo" dice la psicológa.
Sin embargo, "las familias que sigan experimentando problemas de sueño después de que el bebé cumpla 18 meses deben consultar a un experto" agrega la investigadora.