El ránking se centró este año en Inteligencia Artificial. (Foto: Archivo)
El ránking se centró este año en Inteligencia Artificial. (Foto: Archivo)

El Índice de Competitividad del Talento Global 2020 (GTCI, por sus siglas en inglés), que publico The Adecco Group, ubica a Perú en el puesto 77 en Inteligencia Artificial (IA), especialidad elegida en este año por el conocido ranking.

El informe GTCI explora cómo el desarrollo de la IA está cambiando la naturaleza del trabajo y también obliga a una reevaluación de las prácticas laborales, las estructuras corporativas y los ecosistemas de innovación.

En los resultados de esta séptima edición, Perú subió dos posiciones con respecto al 2019, ocupando el puesto 77 de un total de 132 países.

Sin embargo, para este año el ranking está desarrollado sobre una muestra de 132 países, 7 más que en el 2019. A nivel mundial, Suiza ocupa el primer puesto, seguido por Estados Unidos y por Singapur. Por su parte, el país latinoamericano en ocupar la posición más alta es Chile, ubicándose en la posición 34, seguido por Costa Rica (37) y Trinidad y Tobago (50).

Competencia injusta en la Inteligencia Artificial

El estudio también revela que la era de la Inteligencia Artificial (IA) está agigantando la brecha digital, dando a los países de altos ingresos una ventaja aún mayor en la carrera por el talento. Así, el personal especializado en IA es escaso y se distribuye de manera desigual entre industrias, sectores y naciones. De hecho, más de la mitad de la población en el mundo en desarrollo carece de habilidades digitales básicas.

La IA cambiará el mundo empresarial

La llegada de la IA al ámbito laboral va a requerir una recapacitación masiva de la fuerza laboral. La formación continua será cada vez más imprescindible para el desarrollo de habilidades de empatía, creatividad, imaginación, criterio, y liderazgo, virtudes que sólo los humanos podrán seguir desarrollando.

Además, la IA aumentará las capacidades humanas directamente y que los equipos conformados por la IA y humanos podrían ser más productivos que la IA o los humanos por sí solos.