Un usuario de la red social Reddit compartió un truco que puede marcar la diferencia a la hora de decidir si compensa realmente realizar una compra.
Primero, mira el precio del artículo; luego, imagina que tienes ese objeto en una mano y la cantidad de dinero en efectivo que cuesta, en la otra. Ese es el momento para preguntarse: ¿Con cuál de los dos merece la pena quedarse? Si tu respuesta es todavía el objeto, entonces significa que la compra todavía merece la pena. Sino, habrás ahorrado un dinero que hubiera estado mal invertido.
Gracias a este truco, el cerebro se pone a pensar en los términos del dinero que se puede perder, no en las características del objeto. Es, además, muy útil cuando vamos a comprar algo con tarjeta de crédito, donde es mucho más fácil perder la perspectiva del dinero invertido en una compra.