Una mujer descubre que era una tenia y no un tumor lo que se alojaba en su cerebro
Una mujer descubre que era una tenia y no un tumor lo que se alojaba en su cerebro

En enero de 2018, una neoyorquina identificada como Rachel Palma (42) notó que olvidaba palabras y que las tazas de café y otros objetos se le caían de las manos. Al agravarse su mal con frases incompletas y padecimiento de insomnio, pesadillas y alucinaciones, la mujer pidió ayuda médica.

que escanearon el cerebro de la mujer, detectaron una lesión que supondría de origen canceroso, y al abrirle el cráneo, descubrieron que lo que estaba alojado era algo más parecido a una roca o un huevo de codorniz. Al extraer el tejido y cortarlo bajo un microscopio, se dieron cuenta de que lo que estaban observando era la larva de una tenia.

Determinaron que la mujer sufría de neurocisticercosis, una enfermedad parasítica que se contrae al consumir huevos de gusanos de la tenia alojados en carne de cerdo poco hecha.

Cuando las larvas salen del cascarón se extienden por el cuerpo humano, incluido el cerebro, músculos, la piel y los ojos, formando quistes. Estos parásitos tienen una predilección especial por el cerebro, ya que este órgano cuenta con un abundante suministro sanguíneo.

Una vez extraído ese detalle, la mujer ya no necesitó más tratamiento.

Un gusano enorme en el cerebro solo es posible si el diagnóstico anterior era aún peor, según Live Science.

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