Vecinos velan y entierran al perro más querido del barrio

El querido perro de una ciudad colombiana, murió de forma inesperada causando congoja y tristeza entre niños, mujeres y hombres con quienes compartió muchos años de su vida y a los que tanto amó.

Los habitantes del barrio de Las Colinas, en Sincelejo, Colombia se unieron para darle un merecido homenaje velando y enterrando su cuerpo. 

Durante diez años, un perro sin hogar fue llamado "Niño Andrade" por la comunidad dónde siempre deambulaba por las calles de ese barrio, ganándose poco a poco el cariño de sus habitantes.

El fiel can pertenecía a toda la comunidad, puesto que no tenía un hogar fijo, pero nunca le faltaba comida, agua, un lugar donde dormir, y los cuidados pertinentes pues los vecinos se ocupaban de él.

Uno de los vecinos recordó a Niño Andrade como el protector de todos, pues cuando se quedaban hasta muy tarde en la calle, su fiel amigo los acompañaba hasta sus domicilios.

Pese a que todos querían al animal, hasta ahora se preguntan que ser inhumano ha podido envenenarlo, pues según cuentan el pasado 20 de abril se apareció por el barrio tambaleándose, hasta que se desplomó y nunca más volvió a pararse.

Varias personas decidieron rendirle un merecido homenaje al fiel amigo, por lo que recogieron su cuerpo, lo pusieron dentro de una caja adornada con mantas y lo pusieron al pie del árbol de mango, donde Niño Andrade solía tomar su siesta.

Casi todos los vecinos conmovidos se acercaron al árbol para presentar sus respetos, llevar flores y darle el último adios.

Niño Andrade deja un legado de amor en esta zona colombiana, especialmente entre los niños que ahora sabrán respetar y amar a un animalito sin hogar en honor a su amigo canino.