Veterinario Rodrigo Rondón explica ¿por qué muerden las mascotas?
Veterinario Rodrigo Rondón explica ¿por qué muerden las mascotas?

Las mascotas son la reserva normal del cariño, respeto y tolerancia constante hacia el ser humano, pero esto no sucede siempre. Hoy vamos a desmenuzar un poco a qué se deben estos cambios de actitud y por qué algunas mascotas (muy pocas) se comportan de manera agresiva o respondan de forma impulsiva ante un estímulo, el cual no necesariamente va en relación a la respuesta.

Debemos iniciar diciendo que los animales no atacan de manera gratuita o porque sí. Estas son reacciones que debemos identificar y poder evaluar antes de tener a una mascota, para evitar ser víctimas de este tipo de reacciones adversas. Es así que no recomendamos que una persona que no ha tenido nunca antes una mascota adopte una de buenas a primeras. Siempre es una gran idea conversar previamente con un profesional del área sobre cómo adoptar, educar, mantener y manejar a una mascota. De esta forma responsable podremos tener un cuadro general de cuáles son los lineamientos básicos para el manejo de la misma y así no tener problemas futuros. Recuerde que una mascota tiene una expectativa de vida mediamente alta, y no quiere que este sueño tan lindo de compartir su hogar se convierta rápidamente en una pesadilla interminable.

Es cierto que todas las mascotas son buenas de nacimiento. El medioambiente y las condiciones de vida van marcando de a pocos su forma de ser y responder, de ahí la importancia de reglas claras en casa. Debe tener claro que USTED manda en y no su mascota. Con esto claro, todos tendremos el lugar adecuado en el escalafón social del hogar. Esto se lo comento porque en la clínica veterinaria donde trabajo llego a ver en muchas ocasiones dueños muy asustados de sus mascotas o que les es imposible manejarla. Esto es una irresponsabilidad, ya que estos animales pueden reaccionar de forma agresiva y causar daño al primero que se le cruce. Si usted nota en casa que su mascota le gruñe, no espere a que muerda, de inmediato comuníquese con un profesional para ver la forma adecuada de actuar. Lo recomendable es tomar los servicios de un adiestrador y socializador de mascotas.

Entre las causas más frecuentes de ataques tenemos las peleas de mascotas. Si por ejemplo usted ve que dos perros se están peleando, JAMÁS debe introducir la mano para separarlos. Esto debe hacerse con algún material de ayuda, como un palo o cuerda, o cualquier material que impida que usted sea el agredido. Recuerde que en momento de agitación extrema, si trata de ayudar, puede salir con una mordida con consecuencia a futuro o infecciones complicadas. Tenga siempre sentido común antes de actuar.

Otro ejemplo es que cuando uno sale a pasear y sabe que su mascota no es muy sociable con otras personas, siempre debe estar atento a avisar a los transeúntes que pasen cerca. En más de una ocasión he visto que las personas llamadas por la cara angelical de una mascota acercan su mano para poder acariciarla, sin preguntar. Es ahí cuando nuestra mascota podría reaccionar causando dolor, daño y un problemón muy serio para el dueño.

Todo lo antes explicado son conductas inadecuadas y problemas de socialización. Siempre debemos tener claro que vivimos en una sociedad civilizada y alejados de la violencia (eso quiero creer). Por ello tener una mascota agresiva es como tener un arma sin seguro en el medio de la casa a vista y paciencia de todo el mundo. Nunca es tarde para enmendar el camino y arreglar la forma de ser de nuestros animales, pero siempre es mejor hacerlo cuando son jóvenes. En esos momento es mucho más simple el modelar el carácter que cuando una mascota es adulta, o sea desde los dos años en adelante. Todo cambio requerirá de mayor tiempo y esfuerzo, así que no olvide socializar a su mascota desde joven para que tome a las personas como normales en su vida y no reaccione de mala manera a su presencia.

Existen ciertas razas que son consideradas potencialmente peligrosas, estas lo son así por su tamaño y fuerza mandibular, pero lo principal es saber que la agresividad viene en un 20% dada por la genética y 80% por el entorno. Está en nosotros transformar a un perro de gran tamaño en el más tierno de los perritos, o a un gatito de pequeño tamaño en el peor de los felinos agresivos.

(*) Rodrigo Rondón es el director médico de la