Dos actores argentinos "se ofrecen en alquiler" como "novio" para aquellas personas que no tienen pareja o no consiguieron compañía para festejar el y no desean pasar solos la noche más romántica del año.

"Si no tenés una media naranja para mostrarle al mundo, alquílate una", reza el aviso clasificado que publicaron Matías y Laura en el suplemento especial del Día de los Enamorados del diario Clarín.

"Lo pensamos porque hay personas que están solas en San Valentín e incluso están aquellas que inventan estar con alguien", dijo Matías.

El actor relató que es el primer año que llevan adelante el experimento que "empezó medio como en chiste" pero después de pensarlo un poco decidieron que la idea no era mala, por eso en el anuncio del diario se advierte que "este es un trabajo serio" y que los bromistas o locos deben abstenerse.

El dúo de artistas cobra 64 dólares por ir al cine, 128 por una cena romántica, 385 dólares para ser presentados oficialmente ante la familia y 642 dólares frente a los amigos del cliente.

"Los precios son un poco altos, pero hay personas que están dispuestos a pagarlos y si uno los pone más bajos empieza a recibir demasiados llamados, muchos innecesarios. Funcionan más que nada como filtro", sostuvo.

Laura ya tuvo dos contrataciones para el Día de los Enamorados, en tanto que Matías aún espera la confirmación de una señora de 47 años que le consultó sobre la posibilidad de ir a cenar.

Si se diera el caso de tener una demanda imposible de cubrir, Matías, de 30 años, aseguró que le diría "que sí a la que más me gustó por su voz o la que llamó primero".

La idea es que la pareja de actores interprete el papel de estar enamorados de la persona que los contrate, quien deberá pagar también todos los gastos de la cita, de manera tal que "cualquier persona que lo vea de afuera no tenga dudas".

"Es como una película sin cámara. Nadie va a sospechar nada, porque es un trabajo profesional", comentó el intérprete.

Matías piensa que posiblemente sea más fácil engañar a la familia de los clientes porque, aunque hagan muchas preguntas, "mantenés una cierta formalidad, pero con los amigos cuesta más sostener (la mentira) y que no se den cuenta".

Los artistas están dispuestos a agarrarse de la mano y llegar incluso a darse "piquitos" con quien los contrate, pero no ir más allá.

El límite de ambos, explica Matías, son las parejas homosexuales, por eso el anuncio hace hincapié en que las mujeres deben llamarlo a él y los hombres a Laura.

Laura y Matías son compañeros de clases de teatro y decidieron llevar adelante esta actividad para poner en práctica sus habilidades escénicas.

"Nos sirve como actores, como un ejercicio. Lo vemos más del lado profesional, poniendo el cuerpo. Haciendo un simulacro, como si fuera cierto", aseguró Matías.

EFE