Un niño de 8 años es el primer paciente con un caso de hepatitis aguda grave detectado en la ciudad argentina de Santa Fe, en Rosario. Las autoridades sanitarias del país dieron a conocer la noticia a través de un comunicado este miércoles por la noche.
Desde le ministerio de salud de la Nación argentina, se informó que “se trata de un caso aislado que está siendo seguido por los equipos” de médicos especialistas. Según detalla El Clarin, el paciente fue trasladado a un centro privado de salud.
Los funcionarios consultados por el medio de comunicación señalaron que esta situación “no es para alarmar”, pero que se debió comunicar “por disposición de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”.
“Esto no implica más que eso. Ha habido casos así”, añadió el funcionario, cuyo nombre no ha sido revelado.
Según detalla la agencia EFE, la OMS había informado el martes pasado que se notificaron unos 228 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido en menos de un mes y otros 50 están bajo investigación.
Durante la semana pasada, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) había emitido un pronunciamiento en el que exhortaban a los médicos de todo el país a mantenerse alertas ante la posible aparición de casos.
Se trata de “una hepatitis aguda grave con elevación marcada de las enzimas hepáticas e ictericia, acompañado en la mayoría de los casos por síntomas gastrointestinales previos que incluyen dolor abdominal, diarrea y vómitos”, señaló la SAP e indicó que la mayoría de los casos no presentaron fiebre.
Primer caso se dio en el Reino Unido
Este tipo de hepatitis fue advertido por primera vez el 5 de abril por el Reino Unido en niños menores de diez años y sin dolencias previas, desde entonces se han localizados casos similares en España, Bélgica, Dinamarca, Italia, Estados Unidos e Indonesia, entre otros.
Según la OMS, la edad de los pacientes varía entre infantes de un mes y adolescentes de 16 años, que en su mayoría no presentan fiebre o virus asociados a los distintos tipos de hepatitis conocidas (A, B, C, D y E).
Hasta el momento, cuatro menores han fallecido por esta cepa desconocida, que acarrea dolores abdominales, diarrea o vómitos, y la décima parte de los afectados necesitaron un trasplante de hígado.