La presidenta argentina, Cristina Fernández, arremetió hoy contra el poder judicial tras la inesperada absolución de todos los imputados en un juicio por trata de personas, lo que ha provocado una fuerte indignación en el país.
Fernández aseguró que "indigna al país" el hecho de que un tribunal penal de la provincia norteña de Tucumán exculpara por unanimidad a los trece imputados en la causa por el secuestro de María de los Ángeles Verón.
"Marita" desapareció en 2002, cuando tenía 23 años y una hija de 3, y desde entonces se desconoce su paradero, aunque su familia considera que fue víctima de una red de trata de mujeres.
Las críticas más duras llegaron de Trimarco, quien ha dedicado la última década de su vida a buscar a su hija y a rescatar de las redes de trata de personas a centenares de mujeres.
Esta "madre coraje" llamó como "sinvergüenzas", "corruptos" y "delincuentes" a los jueces del tribunal que dejaron en libertad a los trece imputados, entre ellos Víctor Rivero, a quien la Fiscalía consideraba el autor material del secuestro, y su hermana María Jesús Rivero, señalada como presunta autora intelectual del rapto.
Las mujeres liberadas de redes de trata que testificaron contra varios de los imputados aseguraron haber sido compañeras de cautiverio de la joven tucumana en locales de diversos puntos del país donde eran drogadas y obligadas a prostituirse.
Organizaciones de derechos humanos han convocado para hoy concentraciones en repudio del fallo en numerosas ciudades argentinas, entre ellas Buenos Aires, donde decenas de personas arrojaron huevos contra la sede de la Casa de Tucumán y exigieron justicia.