El falso discapacitado fue descubierto y huyó corriendo. (Foto: Captura de video)
El falso discapacitado fue descubierto y huyó corriendo. (Foto: Captura de video)

Un hombre que fingía tener una discapacidad para aprovecharse de las personas y pedir dinero en las calles de Buenos Aires, Argentina, terminó siendo descubierto por un motociclista estacionado en un semáforo en rojo. Lejos de disculparse, salió corriendo, dejando las muletas en poder del sujeto.

El hecho ocurrió el último viernes en la localidad de Pergamino, en la esquina de la calle Juan B. Justo y Monroe, y los registros de la cámara de un conductor revelan una discusión a golpes entre el indigente y un enardecido motociclista que descubrió su mentira, asegura .

La filmación no tardó en viralizarse en las redes, donde las bromas y la indignación fueron ejes de discusión.

Según señalaron algunos testigos, el hombre con muletas estaba pidiendo limosnas a los conductores que se estacionaban en esa intersección céntrica, hasta que un motociclista advirtió que estaba fingiendo y se bajó de su vehículo.

El clip compartido por un tercer conductor ya muestra la discusión a golpes de estos dos sujetos. El altercado habría iniciado con el encaramiento del motociclista. En primera instancia el joven ‘discapacitado’ retrocede ante las amenazas del otro hombre, sin embargo, contestó de manera airada los insultos.

Al verse acorralado, el indigente utilizó sus muletas para defenderse de los golpes, lo que confirmó su mentira de poseer alguna discapacidad. El hombre comenzó a dar de “muletazos” con agresividad y virulencia.

El motociclista recibió algunos golpes con el objeto metálico, pero logró defenderse y coger una de las muletas, dejando al indigente acorralado; por lo que comenzó a perseguirlo por la avenida. Todo a vista y paciencia de los conductores y transeúntes.

El falso discapacitado no tuvo otra opción que correr hacia el otro lado de la calle.

Se desconoce en qué habría terminado esta discusión, pero muchos cibernautas bromearon acerca de la poca credibilidad del sujeto que huyó corriendo. Algunos se atrevieron a llamar este episodio de manera irónica como “el milagro de Pergamino”.