El Año Nuevo 2018 llegó a la ciudad de Sidney en Australia con un majestuoso espectáculo de fuegos artificiales para dar inicio a las celebraciones que tendrán lugar en todo el mundo.
Como se recuerda, Australia es el primer lugar del mundo en recibir el nuevo año. El show reunió a más de 1,5 millones de espectadores en la costa que fue ilumina por el espectáculo pirotécnico que incluyó una cascada de aroíris en alusión a la celebración de la reciente legalización del matrimonio homosexual en el país, que tras una encuesta contó con más votos a favor de la igualdad en el matrimonio.
Clover Moore, alcaldesa de la ciudad australiana, dijo que el evento es una "maravillosa" forma de despedirse de 2017.