Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia, registró 88.092 nuevos positivos por coronavirus (COVID-19) en las últimas 24 horas, en lo que supuso la segunda jornada consecutiva con casi 90.000 nuevas infecciones, informó este jueves el Ministerio de Salud.
Según los datos más recientes divulgados por la cartera, el país ya acumula un total de 17.210.969 casos confirmados de la enfermedad, en poco más de 15 meses desde el inicio de la pandemia.
En cuanto a los decesos, el gigante latinoamericano encadenó la tercera jornada consecutiva por encima de los 2.000 diarios y confirmó 2.504 nuevas muertes en las últimas 24 horas.
Así, el país ya contabiliza un total de 482.019 fallecidos a causa del COVID-19 desde el registro de la primera muerte, el 12 de marzo de 2020.
Si bien el número de óbitos se ha mantenido estable en las últimas semanas, con un promedio diario de 1.804 en los últimos siete días, Brasil vive un repunte de casos, con una media diaria de 58.214 en la misma comparación.
Los datos apuntan a una aceleración de la pandemia en el país y coinciden con las proyecciones de los expertos, que advierten sobre la inminente llegada de una tercera ola pandémica en las próximas semanas en caso de que no sean tomadas medidas más concretas por parte de estados y municipios para frenar la propagación del virus.
El Ministerio de Salud informó además que 15,6 millones de personas ya se han recuperado del COVID-19, en tanto que otros 1,05 millón de pacientes permanecen bajo atención médica.
Asimismo, cerca del 25 % de los más de 212 millones de habitantes del país ya han sido vacunados con la primera dosis de la vacuna, mientras que poco más del 11% recibieron la segunda.
Brasil es el segundo país del mundo con más muertos a causa de la enfermedad, detrás solamente de Estados Unidos, y el tercero con más infectados, después de EE.UU. e India.
Pese a la preocupante situación sanitaria, el país recibirá a partir del domingo próximo la Copa América de fútbol, tras el rechazo de Colombia y Argentina, sedes originales de la competición, en celebrarla.
La celebración del torneo generó duras críticas y reacciones por parte de los partidos políticos y especialistas contra el Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro y llevó la polémica hasta la Corte Suprema, que finalmente ratificó este mismo jueves su realización en el país.
Fuente: EFE