Al menos cuatro personas murieron y una está desaparecida por la fuerte tormenta que paralizó a Río de Janeiro en la noche del martes y cuyos efectos aún se sentían hoy, con varios barrios sin energía, calles inundadas y semáforos apagados, según la Defensa Civil.
Dos mujeres electrocutadas en una inundación, un hombre sepultado por un muro que se derrumbó y otro golpeado por un árbol que se vino al piso fueron las víctimas mortales del vendaval con rayos que castigó por más de dos horas todos los municipios de la región metropolitana de Río de Janeiro.
Según el último boletín de la Defensa Civil, un joven de 14 años se encuentra desaparecido tras haber sido arrastrado por la crecida de un río.
Al menos cuatro personas fueron hospitalizadas igualmente por accidentes provocados por las lluvias, entre ellas tres que sufrieron heridas por la caída de una marquesina.
El temporal paralizó a la segunda mayor ciudad brasileña en la noche del martes debido a que numerosas calles se convirtieron en verdaderos ríos, los automóviles no conseguían andar por las inundaciones y hasta los servicios de metro y de tren tuvieron que paralizar o alterar su funcionamiento.
Según la Defensa Civil, en Tijuca, una amplia región en la zona norte de la ciudad, los pluviómetros llegaron a registrar hasta 86,2 milímetros de lluvia en sólo una hora, lo que equivale al 70 por ciento de toda el agua esperada para marzo. EFE