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Los efectos del  han perjudicado a muchas personas física, económica y socialmente; sin embargo, lo que no era conocido hasta el momento es que esta realidad afectaría incluso a los no natos.

Esto fue publicado en el estudio “Weather Shocks and Health at Birth”, elaborado por el Banco Mundial (BM), donde se alerta que “una ola de calor que dure un mes, puede aumentar la posibilidad de nacimientos prematuros, con las consecuencias que eso puede tener en el futuro desarrollo de los bebés”.

Al respecto, la Decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad César Vallejo (UCV), Dra. Amalia Vega Fernández, explicó los efectos de que una mujer embarazada se exponga, por ejemplo, a temperaturas que sobrepasen los 28 o 30 grados Celsius.

“Dados los cambios hormonales, es natural que una gestante tenga una temperatura diferente que una que no está gestando. Por ello, si una mujer en esta condición se expone demasiado a altas temperaturas, podría sufrir olas de calor o desmayos que adelantarían el nacimiento del bebé en días o meses, afectando su normal desarrollo”, sostuvo.

Por otro lado, Vega Fernández señaló que esta no sería la única razón preocupante, pues el estrés generado por un desastre medioambiental, perjudicaría notoriamente el desarrollo de los no natos.

“En casos de intensa preocupación, una gestante puede adelantar, sin quererlo, la fecha de su parto”, acotó.

Un parto prematuro puede tener consecuencias en el bebé como problemas respiratorios, cardíacos o de alimentación, explicó.

RECOMENDACIONES

Ante esta situación, la especialista sugirió que las madres gestantes eviten exponerse mucho tiempo al sol, procure estar en ambientes bien ventilados y con corrientes de aire, use ropa holgada y fresca, así como, que se hidrate adecuadamente.