La primera dama de Francia, Carla Bruni, sorprendió a propios y extraños al lucir ayer un rostro desmejorado. De acuerdo a la prensa gala ello se debería a las diversas cirugías estéticas a las que se ha sometido.
Bruni, quien apareció públicamente durante los procesos electorales en el que participó su esposo, el presidente Nicolas Sarkozy, causó sorpresa entre los espectadores, quienes literalmente se preguntaban qué le había pasado en el rostro.
Por su parte, The Huffington Post sostiene que la cara de la italiana mostraba huellas de haber sido sometida al botox (debido a su hinchazón).
En enero pasado un reconocido dermatologista de Los Angeles comentó que -en su opinión- la primera dama tenía mucho botox. "Carla está demasiado 'botoxeada'. Ha hecho demasiado uso", comentó.
De esta forma, la otrora modelo y cantante ha pasado a integrar la lista de celebridades que, con el fin de conseguir la eterna juventud, han recurrido a intensos tratamientos estéticos.
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