El Simulation Exercise (Simex) comenzó hoy en Santiago de Chile con la participación de decenas de expertos de 15 países, en un encuentro que contará con seminarios sobre manejo de catástrofes y un simulacro de un terremoto de magnitud 8,9 en la escala de Richter.
El Simex es un ejercicio regional de simulación de respuesta a terremotos que organiza la Oficina Nacional de Emergencias chilena (Onemi), dependiente del Ministerio del Interior, y es desarrollado por Naciones Unidas.
El encuentro se realiza a seis días del terremoto de magnitud 8,4 en la escala de Richter que afectó a Chile, con un balance hasta ahora de trece muertos, más de 9 mil damnificados y fuertes daños materiales.
El ministro del Interior de Chile, Jorge Burgos, y expositor en el encuentro, señaló a los presentes que el terremoto "nos recuerda que ante los desastres naturales no podemos jamás descuidarnos y que todo aquello que hagamos para prevenir, prepararnos y tener respuesta oportuna, será siempre trascendente e importante".
"De hecho, en el último terremoto, cerca de un millón de personas fueron evacuadas del borde costero sin mayores contratiempos", añadió la autoridad chilena.
Por su parte, el director de la Onemi, Ricardo Toro, declaró que "hay que continuar con el apoyo logístico que involucra este tipo de emergencia y tratar de que la población vuelva a la normalidad".
Según señalaron desde la ONU, en el Simex, que se prolongará hasta el 26 de septiembre, se simulará un gran terremoto de magnitud 8,9 para preparar a las instituciones de cooperación y ayuda internacional.
La primera etapa del Simex consiste en talleres de inducción para luego continuar con ejercicios de simulación, que empezarán el jueves y finalizarán el sábado.
Al encuentro asisten representantes de Argentina, Bolivia, China, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Paraguay, Perú, República Dominicana, Estados Unidos, España y Honduras.
La iniciativa, que por primera vez se realiza en el país austral, contará con 226 participantes, 170 de ellos extranjeros y el resto chilenos.
EFE