Un trabajador emigrante de China se propuso regresar a su hogar familiar desde su actual lugar de trabajo, situado a 1.700 kilómetros, montado en bicicleta, pero se confundió de dirección y pedaleó 500 kilómetros en el sentido opuesto antes de que la policía le avisara de su error.
El hombre, cuyo nombre no fue revelado, trabaja en la provincia de Shandong, en la costa este del país, y su plan era llegar a Qiqihar, en el extremo norte chino, a tiempo para el Año Nuevo Lunar (28 de enero), en el que cientos de millones de ciudadanos del país recorren grandes distancias para reunirse con sus familias.
Sin dinero para pagarse un billete de tren o el avión, el desesperado emigrante optó por intentar volver a casa en bicicleta, pero poco familiarizado con los mapas e incapaz de entender las señales de tráfico, se extravió y comenzó a pedalear hacia el sur de China, alejándose cada vez más de su destino.
Finalmente, la policía le interceptó en una autopista de la provincia oriental de Anhui, avisando al confuso ciclista de que no podía circular con ese vehículo en esa vía, y al contarles el hombre a donde se dirigía, le alertaron de que no iba por buen camino.
El hombre llevaba más de un mes pedaleando desde la localidad de Rizhao, en Shandong, aguantando frías temperaturas con sólo un abrigo y un pañuelo para cubrir su cabeza, y como equipaje únicamente portaba una pequeña bolsa, contó el diario South China Morning Post.
Impresionados por la tenacidad del hombre, los policías y personal de una cercana zona de peaje reunieron dinero para pagar el billete de tren del desesperado ciclista hasta Qiqihar, con el fin de que pueda celebrar junto a sus seres queridos la llegada del Año del Gallo de Fuego. (EFE)