La Admnistración Espacial de China informó que este domingo lanzará un nuevo modelo de cohete espacial para cargas pesadas, el Larga Marcha-5 Y2, el mismo que usará este año para su próxima misión lunar y más adelante para su futura estación orbital. El lanzamiento, en el centro espacial de Wenchang (isla de Hainan, sureste), pondrá en órbita un satélite de comunicaciones, pero la verdadera importancia de la misión reside en el ensayo práctico de la nueva generación de cohetes.
El Larga Marcha-5 Y2 puede llevar hasta 25 toneladas de carga a órbitas bajas y 14 toneladas a órbitas geoestacionarias, una cifra sensiblemente superior a la capacidad de los vehículos actuales.
Está previsto que hacia noviembre de este año se lance la misión lunar Chang'e 5, un complejo proyecto que enviará una sonda a la superficie de la Luna para tomar muestras y retornarlas a la Tierra.
La misión tendrá cuatro módulos (ascenso, órbita, alunizaje y retorno), por lo que se requiere un cohete capaz de llevar cargas más pesadas.
Este mismo cohete se empleará para la puesta en órbita del primer módulo de la estación espacial, el “Tianhe 1”, que tendrá unas veinte toneladas de peso, y que se espera lanzar en 2019.
Las autoridades espaciales chinas tienen previsto concluir la construcción de su estación orbital en 2022.
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