Con 95 votos a favor y 46 en contra, la Cámara de Diputados de Chile aprobó este miércoles la Ley de Identidad de Género, que permite el cambio de nombre y sexo para mayores de 18 años y de menores entre 14 y 18 con autorización de los padres o tutores legales.
Esta decisión se tomó al final de un acalorado debate en el parlamento de Valparaíso, teniendo en cuenta que el proyecto ya había recibido la luz verde del Senado a principios de septiembre. Cuando entre en vigor, los mayores de 18 años solteros podrán cambiar de nombre y sexo con un simple trámite en el Registro Civil y los casados en un tribunal de familia.
En el caso de los adolescentes de entre 14 y 18 años tendrán que recurrir a un tribunal de familia y necesitarán estar acompañados de al menos uno de sus representantes legales o tutores. Si no cuentan con ello, podrán pedir la intervención de un juez para que determine si procede la solicitud.
Menores de 14 años quedaron fuera del proyectoLos menores de 14 años han quedado fuera del proyecto final ante la oposición en las filas conservadoras. El ministro de Justicia chileno, Hernán Larraín, argumentó la decisión de sumar el permiso de un tutor para los adolescentes que deseen cambiar su nombre y sexo afirmando que de esta manera se “resguarda y protege”.
La ley debe ser promulgada por el presidente, el conservador Sebastián Piñera, aunque todavía puede enfrentar algunos obstáculos ya que legisladores conservadores que se oponían al proyecto no descartan impugnarla ante el Tribunal Constitucional (TC).
“Estamos en presencia de un hecho histórico, que festejamos con mucha emoción y alegría porque se mejorará la calidad de vida de miles de personas que han visto postergada su dignidad y derechos solo por prejuicios en relación a la identidad de género”, reaccionó el dirigente trans del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh), Álvaro Troncoso.
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¿Efecto Hollywood?Presentado durante el primer gobierno de Piñera (2010-2014), el proyecto recibió la máxima urgencia en la recta final del ejecutivo de la socialista Michelle Bachelet tras la repercusión mundial de la película chilena “Una mujer fantástica”, interpretada por la actriz transgénero, Daniela Vega.
El filme, que ganó el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, muestra la discriminación y violencia que sufre una joven transgénero tras la muerte de su compañero, visibilizando en Chile la lucha de esa comunidad.
La película hizo “que la gente conociera nuestra realidad y comenzara a tener empatía”, dijo a AFP, Alessia Injoque, una informática y activista transgénero, que a sus 35 años decidió asumir su realidad.
En la actualidad la comunidad transgénro utiliza una antigua ley de cambio de nombre. Si bien en la mayoría de los casos se acepta el cambio al realizarse ante tribunales civiles exige el patrocinio de un abogado, lo que tiene un costo económico asociado.
Además en el proceso es posible que la persona se vea sometida a exámenes médicos y psiquiátricos, extendiendo el trámite por al menos un año. Si se aprueba la ley, el trámite será más expedito y confidencial. A partir de ahora, el poder judicial tendrá seis meses para reglamentarla y cuatro meses más para ponerla en vigor.
La norma se suma a una batería de leyes sociales impulsadas durante el segundo gobierno de Bachelet (2014-2018) que incluyen la ley del aborto terapéutico y el Acuerdo de Unión Civil, que reconoce oficialmente a las parejas del mismo sexo, aunque es poco probable que se pueda aprobar la ley sobre matrimonio de estas parejas que se tramita en el Parlamento.