Conoce la historia del policía que enamoró a secuestradora para desarticular una banda

La inseguridad ciudadana es uno de los principales problemas de todas las ciudades del mundo. Ante esto, Colombia decidió crear una unidad de élite denominada Grupos de Acción Unificada por la Libertad Personal (GAULA), y uno de sus integrantes es el protagonista de esta historia.

Según reseña el diario El Tiempo, de Colombia, a inicios del 2012 la Policía Metropolitana de Bogotá empezó a recibir una serie de denuncias de robos y secuestros que tenían a un protagonista común: hombres adinerados, entre los 25 y los 50 años, que en sus perfiles de una red social publicaban con orgullo fotos de sus viajes por el mundo y de sus pertenencias costosas.

En las denuncias, todos refieren que fueron atracados cuando esperaban a una mujer que habían conocido a través de esa misma red social y con la que ya habían salido en otras oportunidades. Las mujeres, refirieron los afectados, les ofrecían la posibilidad de tener una aventura amorosa.

Ante esto, los detectives del GAULA crearon perfiles falsos de varios de sus integrantes y los llenaron con fotos donde ostentaban un alocado y adinerado estilo de vida. Llegado un momento, una joven que se hacía llamar Julieth empezó a contactar con uno de ellos, que fingía ser un próspero ganadero.

"Quedamos en tomar algo pero no apareció a la primera cita", narra el suboficial. Esto era parte de la estrategia que la banda utilizaba para analizar a sus víctimas. "En la segunda la invité a tomar algo; pero dirigí la camioneta hacia un punto en el que mis compañeros tenían montado un puesto de control –cuenta el subintendente–. Fingí molestia por el retén. Fue allí donde ella sacó su cédula y conocimos su nombre: Elda Julieth Artunduaga Rozo".

La operación sufrió un traspié cuando la joven fue capturada cuando iba a cobrar el rescate de otro empresario y todo volvió a empezar de nuevo.

Esta vez, el mismo subintendente acudió a la fachada de un exitoso empresario. Así captó la atención de otra mujer. "Mi táctica con ella fue ser todo un caballero. La trataba como a una reina y cuando ella se me insinuaba le decía que yo quería tener algo serio y que no iba a apresurar una relación", recuerda el infiltrado.

Poco a poco, esa mujer se fue enamorando del falso empresario, pues su novio real, que era uno de los jefes de la banda, la golpeaba todo el tiempo. Fue tal el grado de confianza que esta muchacha terminó confesando su oficio oculto.

"Me decía que no quería que me hicieran daño y poco a poco empecé a sacarle información sobre los otros miembros de la banda y sobre los sitios en los que delinquían. De esa manera supimos que la base central eran miembros de una misma familia", relata el integrante del Gaula.

Con base en los datos recopilados por el infiltrado, el Gaula realizó a mediados del 2012 el operativo que concluyó con la captura de seis de los delincuentes, y hasta hoy se han producido al menos 10 detenciones más. Con información de Eltiempo.com