Río de Janeiro reimplanta restricciones por aglomeraciones en bares y playas. (AFP/ALEJANDRO PAGNI).
Río de Janeiro reimplanta restricciones por aglomeraciones en bares y playas. (AFP/ALEJANDRO PAGNI).

Río de Janeiro. [EFE]. La vida nocturna de Río de Janeiro, que parecía haber regresado a la normalidad que vivía antes de que la pandemia del coronavirus llegara a Brasil, sufrió este viernes un nuevo revés tras la prohibición de que las personas puedan tomar bebidas alcohólicas en la calle en las noches.

Las aglomeraciones de gente tomando cerveza, capirinhas y otros cocteles frente a los bares la “cidade maravilhosa” en las noches llevaron a las autoridades a prohibir el consumo de bebidas alcohólicas en la calle después de las 21:00 hora local.

La medida, adoptada por el gobernador interino de Río de Janeiro, Claudio Castro, y publicada este viernes en el Diario oficial, tuvo el apoyo del alcalde de la capital homónima, Marcelo Crivella, quien ya había anunciado el regreso de restricciones en bares, restaurantes y playas por las multitudes registradas en las últimas semanas.

La decisión representa un duro golpe para los bares y restaurantes de Río que obtienen sus mayores ingresos con la venta de bebidas alcohólicas que la gente acostumbra a tomar en las calles, y que apenas comenzaban a recuperarse de los estragos que dejaron los meses de confinamiento social.

Según el Sindicato de Bares y Restaurantes de Río, el cierre de los establecimientos del sector durante cerca de cien días por el confinamiento provocó la quiebra de unos mil negocios y dejó sin empleo a 27.500 trabajadores que tenían contratos formales (la cuarta parte del total).

Desde comienzos de julio, cuando el número de muertes y contagios por la COVID-19 comenzó a disminuir, la “cidade maravilhosa” permitió la reapertura de restaurantes, bares y gimnasios como parte de una acelerada desescalada de las medidas adoptadas para frenar el coronavirus.

Al comienzo, la reactivación se dio con horario reducido y utilizando únicamente la mitad de su capacidad de atención, mesas con dos metros de separación y limpieza de todas las superficies cada dos horas y prohibición de música en vivo.

Dos semanas después, el horario de atención fue ampliado hasta la 1:00 hora local, pero el resto de las medidas continúa, lo que implica que el número de asistentes a este tipo de comercios será duramente reducido.

Vuelven restricciones a las playas

La medida adoptada este viernes también incluye restricciones para las icónicas playas de Río como las de Ipanema y Copacabana, que han registrado multitud de visitantes en los últimos fines de semana, la mayoría de los cuales se dedican a tomar el sol sin los distanciamientos sugeridos y sin tapabocas.

Así las cosas, durante los sábados, domingos y festivos, no se podrán aparcar vehículos particulares en cercanías de las playas y habrá más fiscalización para evitar las aglomeraciones y fomentar el uso de mascarillas.

Río de Janeiro supera los 230.000 casos confirmados del coronavirus y es la segunda región de Brasil con mayor número de muertes por COVID-19, con cerca de 17.000 fallecidos, de los cuales más de 10.000 se han registrado en la “cidade maravilhosa”.